Cartas de lectores
 
Año CXXXVII Nº 48502
La Ciudad
Política
Economía
El Mundo
Información Gral
Arte
Opinión
La Región
Escenario
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores


suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Educación 04/09
Campo 04/09
Salud 01/09
Autos 01/09


contacto

servicios

Institucional

 lunes, 06 de septiembre de 2004

Indefensión jurídica

Cuando el Estado deja de hacer justicia, no respeta la igualdad de sus ciudadanos ante la ley, los coloca en total estado de indefensión jurídica y comete el más aberrante de los actos de terrorismo, máxime cuando estos actos provienen de gobiernos denominados "democráticos". El vandalismo desde el poder cercena derechos legítimos, en contra de toda norma de ética y moral. Destruye vidas enteras, convirtiéndose el Estado en el peor enemigo de aquellos que debería proteger. Sus leyes son implacables con aquellos sectores que por diferentes razones excluyen, esgrimiendo con arrogancia la pretensión de tratar de explicar la razón de la sinrazón. Los deudores hipotecarios privados de vivienda única estamos siendo víctimas de este vandalismo de Estado, al no haber respetado nuestro legítimo derecho a pesificar nuestras deudas con el 1 a 1, según la ley de convertibilidad, derecho concedido a los deudores hipotecarios bancarizados y a otros grupos económicos mas poderosos. Ningún argumento tiene validez ante semejante acto de injusticia. La degradación moral que atacó a este país y afectó a todos los estamentos de la sociedad, tiene su origen en una minoría mezquina, opulenta y ostentosa encaramada en el poder, carente de toda moral y de justicia, donde sus leyes únicamente sirvieron para defender el derecho de propiedad de los que más tienen. También se observa una tremenda indiferencia y falta de sensibilidad de la población en general y de los medios masivos de comunicación, al no solidarizarse con todos los excluidos de este país. Los deudores hipotecarios privados para no ser víctimas de la corporación de rematadores, en el mejor de los casos, tienen que abonar más de tres veces el monto original recibido, los otros debieron y deberán resignarse a ser torturados por la bandera de remate. ¿Dónde estaban nuestros legisladores cuando sancionaron esa farsa llamada "ley de salvataje"? ¿Acaso la partidocracia los inmuniza y les otorga derecho a servir a la injusticia? Y pensar que muchos funcionarios al asumir juraron por los Santos Evangelios y por la patria. ¡Cuánto de blasfemia y de traición le hicieron a ese juramento! !Ya es hora de que Dios y la patria se lo demanden!

Enrique Alejandro Molli



enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados