Los obispos van mañana a la Casa Rosada

El postergado encuentro entre el presidente Néstor Kirchner y los obispos se concretará finalmente mañana, luego de varios desencuentros y roces con algunos de los integrantes del Episcopado, aunque de ambas partes se intentó minimizar una supuesta distancia.

Los obispos llevarán a la reunión su inquietud por el aumento de una suma fija no remunerativa para los docentes de los colegios católicos, lo que se tornaría "insostenible" para muchas instituciones que deberían cerrar sus puertas.

"Los obispos hablarán de las cuestiones que les preocupan y el primer mandatario dirá lo suyo", afirmó el vocero del Episcopado, el padre Jorge Oesterheld.

Para los voceros oficiales que gestaron el cónclave, el encuentro no se vio demorado sino que "fue llegando naturalmente", ya que ambas partes prefirieron dejar pasar el tiempo de los roces y las declaraciones cruzadas para "enfriar la situación" y no encontrarse "sólo para la foto".

De esta manera, se refirieron al cruce verbal entre Kirchner y el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, quien advirtió que la situación social "se está saliendo de madre" y recibió de Kirchner una acusación de "hipócrita" y de "conocer a los pobres por televisión".

A poco más de un mes de ese entredicho, el secretario de Culto, Guillermo Olivieri, aseguró enfático que "no hay distancia" entre el gobierno y la Iglesia.

Por parte de la Iglesia irá a la Casa Rosada el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Eduardo Mirás; el vicepresidente primero, el cardenal Jorge Mario Bergoglio; el secretario general del cuerpo, monseñor Sergio Fenoy; y el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Agustín Radrizzani, integrante del Diálogo Argentino.

Mientras tanto, el encuentro de Kirchner con los obispos -que será a agenda abierta- se convertirá en la segunda reunión formal que mantendrán, que ya se vieron las caras por única vez el 6 de agosto del año pasado, a pocos meses de haber asumido el jefe de Estado, en un encuentro protocolar cuyo eje fue la cuestión social.

En la reunión de mañana, los obispos sabrán por propia boca del presidente si éste finalmente concurrirá o no al congreso católico de Corrientes, donde se escucharán definiciones de los hombres de la Iglesia sobre la actualidad social y política que vive el país.