| miércoles, 18 de agosto de 2004 | Los suicidios siguen golpeando a los ex combatientes Más de 300 veteranos se han matado desde 1982. Sus compañeros reclaman la atención del gobierno Marcelo Torres, veterano argentino de la guerra de las Malvinas, buscó con tanta desesperación escapar a los horrores del campo de batalla que plagaron sus sueños durante dos décadas que llevó una pistola a su sien y apretó el gatillo.
El disparo no llegó a su destino y en cambio perforó el delgado techo de lata de su vivienda. Pero más de 300 de sus compañeros se han suicidado desde 1982, cuando la dictadura militar hizo una fallida invasión a las islas del Atlántico sur, en manos británicas.
Marginados desde que regresaron de la guerra, muchos veteranos no han podido mantener un empleo estable. "Dos veces quise matarme, no puedo dormir, tengo nervios, ansiedad, depresión", dijo Torres, ex infante de marina, herido en una de sus piernas por una metralla.
Torres está bajo tratamiento psiquiátrico desde hace 12 años. "Necesitamos ayuda", dijo desde una de las tiendas de campaña militares en las que acampa junto a docenas de compañeros frente a la Casa Rosada para reclamar mejores pensiones de guerra, asistencia médica y también reconocimiento.
Luego de semanas viendo las caras disgustadas de los veteranos frente a su puerta, el presidente Néstor Kirchner decidió realizar un censo oficial definitivo de los veteranos para determinar sus necesidades de atención médica y alojamiento.
Unos 650 argentinos, la mayoría reclutas, murieron durante las 10 semanas que duró la guerra contra Gran Bretaña. Alrededor de 250 militares profesionales británicos perecieron en el conflicto.
Con una pensión de guerra mensual de unos 440 pesos, algunos veteranos visten con sus uniformes de guerra y se ponen sus boinas y medallas para vender insignias de la bandera argentina en trenes y ómnibus. Otros mendigan.
Muchos de los doce mil ex combatientes argentinos eran sólo estudiantes cuando fueron enviados a la guerra. Luego regresaron a sus empobrecidas provincias donde no tienen acceso a tratamientos psiquiátricos.
Plan de salud "Lo que estamos reclamando es un plan de salud acorde a un veterano de guerra, una pensión de guerra digna y que nos escuche el Estado. Exigimos un reconocimiento económico en base a estos 22 años", dijo Martín Borbad, uno de los veteranos que organiza la protesta.
"La falta de trabajo y de protección por parte del Estado, nos lleva a que compañeros no soporten más y se suiciden", añadió.
Edgardo Esteban, periodista y ex combatiente de la guerra, cree que el problema de los suicidios es tabú y que los veteranos como él mismo se han sentido como "una especie de enfermo de sida".
Esteban escribió un libro sobre el conflicto y el suicidio, "Iluminados por el fuego", cuya versión cinematográfica debutará en el Festival de Cine de Berlín.
Las heridas psicológicas no son sólo un problema en Argentina. Los soldados británicos están luchando con sus propios demonios. "La tasa de suicidio es muy alta. Está muy por encima del número de muertos que tuvimos en la guerra", dijo el ex marino británico, Colin Waite, de la Fundación de Veteranos de las Falklands, en Gran Bretaña. Waite admite que intentó quitarse la vida cuatro veces.
Los soldados fueron enviados a la batalla por el general Leopoldo Galtieri, "un borracho" tal como lo califican algunos ex combatientes. "El declaró una guerra para enmascarar los males de una economía en baja y de las crecientes críticas que sufría el régimen", afirmaron desde su campamento en protesta. enviar nota por e-mail | | |