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 lunes, 16 de agosto de 2004

Durante el gobierno de Chávez se redujo en 50% el ingreso per cápita
Cinco años que sólo ahondaron la pobreza
La deuda social del 5º productor de petróleo sigue en pie mientras la economía cayó 3,6% anual desde el 99

Roberto Romanelli

Caracas. - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tras más de cinco años de gestión todavía tiene pendiente desactivar lo que una vez llamó la "bomba social". Durante su gobierno los venezolanos han visto reducirse a casi a la mitad el ingreso por habitante, mientras que mayoritariamente la población sobrevive en los márgenes de la pobreza y en medio de una prolongada conflictividad política.

Venezuela, el quinto productor de petróleo del mundo, registra mayores niveles de desempleo y pobreza que en el quinquenio anterior, pese a los multimillonarios ingresos petroleros recibidos en los últimos años.

Las cifras que maneja el Consejo de Economía Nacional, una agrupación independiente, señalan que con un promedio de más de 100.000 millones de dólares de ingresos en el período 1999-2003, la actividad económica se contrajo en un promedio de -3,6 por ciento, tras crecer en uno por ciento en el quinquenio anterior, cuando el ingreso promedio fue de 73.000 millones de dólares.

El director de ese organismo, Efraín Velásquez, dijo que el ingreso por habitante de los venezolanos cayó de 5.000 dólares anuales a principios de los años noventa a 2.800 dólares en 2003, afectando al nivel de vida de los venezolanos. "El desempleo aumentó de 11 a 16 por ciento y la participación del sector industrial en el Producto Interno Bruto (PIB) bajó de 15 a 13 por ciento, según cifras oficiales", indicó.

El economista y catedrático explicó que el tamaño de la economía se redujo en un 18 por ciento desde 1997, lo que significa "la destrucción de una parte del mercado" y su incapacidad para absorber mano de obra.

Velásquez atribuyó la caída económica a la falta de inversiones privadas y públicas "porque no hay expectativas de beneficio futuro ni certidumbre en las políticas económicas".

Para el profesor de economía en la Universidad Católica Andrés Bello, las altas reservas internacionales que ha acumulado el país -superiores a los 23.000 millones de dólares, gracias a un estricto control de cambios- no han generado mayor actividad económica ni bienestar a la población. "Es como tener dinero en la casa y estar pidiendo limosna en la calle", ilustró.

El control cambiario impuesto por el gobierno a comienzos de 2003, a raíz de una huelga general, ha otorgado al gobierno el manejo de las divisas que destina en buena parte para financiar planes sociales de ayuda directa a sectores pobres.

El mandatario ha dicho que las llamadas "misiones", puestas en marcha con miles de educadores, médicos y entrenadores cubanos buscan "darle poder a los pobres" y permitir la "inclusión social" de una mayoría que ha sido tradicionalmente marginada de los beneficios de una sociedad apuntalada por la riqueza petrolera. "Sin justicia social no puede haber paz ni libertad", suele advertir Chávez en sus discursos.

Convertidas en banderas de una gestión, las "misiones" son defendidas a capa y espada por los simpatizantes oficialistas y rechazadas por la oposición como "subsidios y paliativos" que no resuelven los problemas de pobreza.

Pese a todo, los analistas señalan que las misiones han permitido a Chávez remontar puntos en las encuestas en medio de una recesión económica que ha venido acompañada de una crisis política sin precedentes en el país.

Tras dedicar sus primeros dos años a un proceso constituyente que modificó la base institucional del país, Chávez empezó a enfrentar la resistencia de una amplia gama de sectores que lo acusan de querer instalar un modelo totalitario.La confrontación política, que ha dejado un saldo de más de 50 muertos y centenares de heridos y generado un clima de recelo y desconfianza, representa un balance negativo de la gestión. (DPA)

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Trabajo infantil en la periferia de Caracas. El conflicto político hunde a la economía.

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