Productores de Bouquet se unen para explotar un campo de cien hectáreas

Una veintena de colonos adquirieron una chacra en Las Rosas para sembrar trigo, soja y maíz

Walter Gasparetti / La Capital

Bouquet. - No es casualidad que el campo adquirido por una veintena de productores de esta localidad del departamento Belgrano, en un hecho asociativo que tiene pocos precedentes en la provincia de Santa Fe, se llame "La Unión". Esa expresión representa precisamente el sentido que los flamantes propietarios quisieron darle a esa acción solidaria y de confianza mutua.

La idea de la compra conjunta de un campo surgió hace alrededor de tres años, pero recién en junio pasado los productores pudieron plasmarla cuando se enteraron que en el distrito de Las Rosas, a menos de 40 kilómetros de la localidad, estaba en venta un terreno de 123 hectáreas.

Los esfuerzos para lograr esa unión fueron coordinados por la Cooperativa Agrícola-Ganadera Bouquet. La empresa, que posee cincuenta años de trayectoria en la región, fomentó diversas reuniones para plasmar el sentido comunitario, hasta que logró el consenso de 21 productores que tomaron la decisión de invertir.

No sólo la acción es considerada como inédita sino también la figura jurídica elegida para la conformación de la sociedad. Bajo la sugerencia del abogado parejense Jorge Torresi, que acompañó todo el proceso, optaron por crear un fideicomiso. En ese marco, elaboraron un reglamento interno de funcionamiento para la futura explotación agropecuaria.

La cooperativa es la institución que se encargará de la administración y de la distribución de las ganancias cuando finalice cada ejercicio económico, en tanto que el campo -de alto rendimiento agrícola- está ubicado a unos 3,5 kilómetros de la ciudad de Las Rosas.

"Es increíble pero todos se dedicarán a los trabajos agropecuarios. Hemos habilitado una planilla para distribuir los turnos. Lo importante es que muchos productores ampliaron bajo este sistema su patrimonio, cuestión que individualmente hubiese sido imposible", comentaron Ramón Marchetti, María Alejandra Lorenzatti, Isabel Vassallo y Néstor Padullés, todos integrantes de la cooperativa.

Por su parte, el abogado Torresi sostuvo que la esencia del fideicomiso "representa la confianza de los inversores hacia la institución administradora", al tiempo que precisó que "quienes participaron de la compra quisieron hacerlo en partes iguales, aunque no era un requisito indispensable".

Néstor Padullés, que es el asesor técnico de la cooperativa, explicó que el campo se dividió en tres lotes para implementar una rotación típica de trigo, soja y maíz, y que previamente se hicieron obras de saneamiento para lograr una mejor retención del agua de lluvia.

"Hubo un primer intento hace tres años para comprar un campo de 1.300 hectáreas, pero no dio sus frutos porque los productores no estaban preparados para comprar un terreno tan extenso. Luego surgió esta oportunidad que felizmente se pudo concretar", comentaron Lorenzatti y Vassallo.

Torresi resaltó que "el fideicomiso fue la forma de asociativismo más adecuada para interpretar el sentido", debido a que bajo este sistema se deslindan responsabilidades patrimoniales, tanto para la cooperativa como para los miembros entre sí, como de estos hacia la entidad administradora.


Terna de veedores
Para un mejor control de los trabajos que se realicen en la explotación, la administración del grupo formó una terna de veedores (que son elegidos por ellos mismos y rotan en su gestión). Estas personas cumplen, además, la función de voceros del fideicomiso.

"Todos los años se hará una asamblea entre los miembros para la correspondiente rendición de cuentas", señalaron los miembros de la cooperativa, quienes confiaron, además, que "quienes trabajan el campo cobran sus aportes laborales a precios del mercado".

El abogado consignó que "la cooperativa es una institución de las denominadas rectora de la vida comercial de Bouquet", y opinó que "hay muy pocas instituciones que pueden ser depositarias de tanta confianza para el manejo de fondos comunes".

"Si bien la implementación de la siembra directa entre otras razones generó mayores ingresos a los productores, en muchos casos no eran suficientes para lograr el paso ansiado consistente en adquirir un inmueble en forma particular", añadió el letrado.

Los productores consiguieron un viejo anhelo que ya lleva tres años.