| domingo, 15 de agosto de 2004 | Editorial La ansiada equidad En esta ciudad, como en tantas otras, hay escuelas cuya matrícula está compuesta por alumnos provenientes de hogares que enfrentan una compleja situación social. El hacinamiento en los establecimientos escolares, la falta de capacitación de los recursos humanos, los a veces inadecuados modos de enseñanza y estilos de gestión, conspiran para alcanzar una educación equitativa y de calidad. Los expertos coinciden en que más allá de los recursos económicos, la solución pasa por docentes y directivos especializados para trabajar en este tipo de escuelas como una opción de vida y no como último recurso.
Han transcurrido ya varios años desde la reforma educativa que sentó precisamente sus bases fundamentales en la calidad y la equidad. Ese nuevo modelo y compromiso político tendiente a construir una sociedad mejor sigue todavía, no obstante el tiempo transcurrido, manteniendo una deuda por sobre todo con los sectores más carenciados. Porque quienes poco o nada tienen y se esfuerzan como pueden para romper el círculo vicioso de la miseria, dependen exclusivamente de la educación pública y de las políticas sociales que hagan posible el ingreso de los chicos a la escuela en condiciones de poder recibir educación. La escuela como refugio de los valores, como posibilidad de acceso a conocimientos y destrezas, es la que puede brindar la posibilidad de mejora que la sociedad está requiriendo.
Las escuelas más alejadas y al mismo tiempo más próximas a la marginalidad suelen mostrar estallidos de impaciencia. Y no deben asombrar. Los adolescentes conviven con la desocupación, el alcohol, la violencia y la droga. Lograr la ansiada equidad educativa en esos ámbitos y con tales condiciones trae aparejada otra realidad. Porque la equidad educativa es también igualdad de oportunidades y compensación de diferencias. Esfuerzos coherentes y sostenidos en el tiempo contribuirán a perfeccionar el sistema educativo. Pero al mismo tiempo resultará imprescindible mejorar la situación social, porque la escuela no está ajena a esos cambios. Porque es parte de la vida misma. enviar nota por e-mail | | |