Cuidados especiales para pieles grasas

Más de la mitad de la población femenina y masculina tienen la piel grasa. Su apariencia grisácea con brillo excesivo, gruesa, queratinizada y poros muy dilatados es la habitual cara de presentación. Está asociada a puntos negros, rojeces, espinillas, pápulas, quistes, cuya aparición se debe a la excesiva cantidad de sebo producida por las glándulas. La hiperactividad no está limitada al rostro, también afectan al pecho, cuero cabelludo, espalda y brazos.

Este tipo de piel es muy irritable, no tolera fuertes manipulaciones ni tratamientos agresivos. En contra de lo que se cree, puede presentar signos de deshidratación. Los principales responsables de la obstrucción y taponamiento de los poros son el exceso de sebo, las células muertas adheridas a la capa córnea y la suciedad ambiental.

Lo más importante es concientizar de que este tipo de piel necesita cuidados especiales, tanto en el hogar como en el gabinete o en el consultorio del profesional de confianza. El mejor aliado es una limpieza constante y profunda con formulaciones fluidas. No automanipularse el rostro y acudir a un especialista que realice el tratamiento adecuado y específico para cada paciente.

Ada Naranjo

Cosmetóloga

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