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 domingo, 15 de agosto de 2004

Fotodepilación, un método efectivo para eliminar bellos

Mucho camino se ha recorrido desde aquellas primeras pruebas aportadas acerca de la posibilidad de eliminar pelos con una luz. Han sido necesarias numerosas investigaciones, trabajos científicos y exposiciones en diferentes ámbitos para lograr su utilización, tan común en nuestros días.

En los comienzos era muy difícil demostrar que una determinada longitud de onda de luz, una vez aplicada sobre una zona era capaz de reconocer al pelo y cumplir con este objetivo. Como casi todas las cosas, su descubrimiento fue una casualidad. Tratando manchas vasculares se observó que los pelos de esa zona desaparecían. A partir de allí comenzaron a ajustarse la dosis, la longitud de onda, la forma de entrega de la energía y todos los parámetros técnicos necesarios. De allí surgieron los primeros aparatos hasta llegar a los actuales: los láseres de diodo y alexandrita y la luz intensa pulsada, como herramientas más eficaces.

Esta forma de eliminación del vello se efectúa utilizando una luz que penetra la piel sin dañarla y llega hasta el folículo piloso. Es el efecto "buscapié", que se inicia en el pelo ubicado en la superficie, continúa su trayecto hacia el interior de la piel y penetra profundamente hasta la grasa, provocando el estallido del folículo. Esta es la gran diferencia que ofrece el sistema en relación con los métodos conocidos. Su efecto es selectivo y efectivo, ya que actúa sobre la melanina concentrada en el pelo.

El procedimiento es de relativa sencillez y dependerá del equipo que se utilice. En el caso de los láseres, siempre es necesario el rasurado del pelo o su corte, debido a que la entrega de energía de estos aparatos es muy alta, y en caso de que estuvieran largos podrían ocurrir algunos inconvenientes como pequeñas quemaduras que se pueden evitar.

Con los equipos de luz intensa pulsada esto es relativo, ya que la energía se trasmitirá a la profundidad sin tocar la piel, toda vez que sea utilizada dentro de los rangos adecuados al tipo que estamos tratando.

Respecto de esto es necesario el conocimiento íntimo del equipo y adecuar su uso a las características de cada persona. La fotodepilación está considerada como el método de más alta seguridad, con mínimas o nulas molestias y resultados permanentes.

Es importante diferenciar definitivo y permanente. El primer término significa para siempre y su sentido parece ser tan amplio como para asegurar la ausencia total de pelo a partir de la fotodepilación, sin embargo, no es absolutamente cierto, ya que debemos tener en cuenta que los equipos trabajan sobre el pelo presente, no sobre aquellos que podrían aparecer en un futuro, esto sin tener en cuenta los factores que inciden en su aparición como la genética y las hormonas.

Por esto, a excepción de aquellos pelos a tratar de ubicación normal, el profesional siempre debe descartar la influencia de un mal funcionamiento hormonal antes de comenzar un tratamiento.

Este tratamiento se considera permanente, ya que actúa destruyendo los pelos presentes.

Habitualmente el número de sesiones son entre 4 y 7, también vinculado a la zona (axilas y línea inguinal son las que mejor responden, luego sigue el mentón y posteriormente piernas, brazos, bigote). Esto se debe a que cuanto más oscuro y grueso es el pelo mayor es la efectividad. Estos aparatos no funcionan en los vellos blancos.

La técnica puede ser utilizada toda vez que se desee eliminar pelos, sea por razones estéticas o cuando estamos frente a patologías (disfunciones glandulares o genéticas) que traen aparejada la aparición en zonas que no deberían estar.

Uno de los riesgos a considerar es el tomar sol una semana antes y otra después de la aplicación, como también es deseable que el paciente no esté bronceado al momento del tratamiento. Esto podría provocar lo que se conoce como hiperpigmentación o aumento de color en la zona tratada. Este efecto indeseable es absolutamente reversible si se lo trata correctamente.

La aparición momentánea de eritema y leve edema perifolicular, ocurren en el momento de la aplicación. Es normal y lo corrige el médico en el mismo momento, a lo sumo se le indicará frío por unos momentos más. En el caso de los láseres este fenómeno es más evidente que con la luz intensa pulsada. Pueden surgir pequeñas costritas debido al daño térmico de los pelos que caen rápidamente.

Nora L. Romero

Jefa de Dermatología

del Hospital Escuela Eva Perón

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Una técnica que permite depilación sin dolor y efectiva.

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