Piñón Fijo: "Tuve que parar durante un tiempo para que no me arrastrara la locura mediática"

El popular payaso cordobés dijo que está orgulloso de poder trabajar en su provincia tras su experiencia porteña

Rodolfo Bella / La Capital

Piñón Fijo llega a Rosario para mostrar el nuevo repertorio de canciones, hoy y mañana, a las 14.30 y a las 17.30, y pasado mañana, a las 14.30, en el teatro Broadway, San Lorenzo 1223. El payaso cordobés editó a principios de agosto su disco "Bailando como Piñón" y llega a Rosario con el espectáculo que ofreció durante las vacaciones de invierno en el estadio Luna Park.

-¿Por qué el año pasado decidiste parar cuando estabas en el mejor momento?

-Fue una pausa un poco anticipada para los plazos que estaban planteados. El año pasado tuvimos un golpe bajo muy fuerte y tuvimos que hacer una pausa para ver como decodificar eso. Nos fuimos de Buenos Aires y empezamos a emitir el programa con una producción de Córdoba, y con coproducción de Canal 13. Más allá de eso, también está el orgullo de poder hacer las cosas desde tu propio lugar, desde tu ciudad.

-¿Cuáles fueron los golpes bajos?

-Versiones típicas de cuando uno se mete en la movida mediática, cosas desde las más injustas hasta las más absurdas. Injustas como que fui a animar el cumpleaños de un pariente de un político en un helicóptero del gobierno de la provincia de Córdoba; o absurdas como que mis letras al revés tenían mensajes satánicos. En el medio de esos dos extremos, un abanico de estupideces, pero lo que asustaba era la capacidad de odio y de rencor, y yo no sabía cuál era la usina de todo eso. Creo que en la vorágine de andar muy rápido uno no puede decodificar fácilmente las cosas. Por eso paramos para no dejarnos llevar por esa locura.

-¿Qué ganaste con el regreso a tu provincia?

-No voy a descubrir nada con decir que trabajo cerca de casa y de la familia. La ventaja es terminar una jornada ardua de trabajo e ir a cenar con tus hijos y no a la soledad de un hotel. También cuenta todo lo bueno que aprendimos en la Capital Federal, y que ahora lo podemos volcar en esta nueva propuesta televisiva, en un aprendizaje de casi dos años porque el balance es positivo, con una gran mayoría de cosas lindas que nos pasaron.

-¿En qué consistió el crecimiento?

-Vivo en un constante aprendizaje. Uno es autodidacto y en esta historia no hay muchas fórmulas. Uno está todo el tiempo absorbiendo de todas partes. El aprendizaje pasó por lo técnico, la dinámica y las relaciones humanas en Buenos Aires. En Canal 13 tengo un patrimonio precioso que es la amistad de todos los laburantes y los técnicos. En este ambiente de la tele las relaciones a veces se olvidan, o estamos corriendo atrás del numerito del rating, por eso volver a abrazarnos con los muchachos fue una recompensa muy grande.

-¿Creés que Piñón Fijo se mercantilizó en algún momento?

-Nunca perdí la esencia, lo que pasa es que cualquier persona que se expone mucho genera un mercado paralelo alrededor, legal y trucho, bastante difícil de manejar. Tengo el manejo de la esencia del personaje porque soy el que escribe las canciones, pero todos los mercados que se generan afuera del teatro son casi inmanejables. Me parece que es el precio que paga alguien por la exposición.

-¿Cuando ingresaste a Canal 13 no sabías que te ibas a convertir en alguien masivo?

-Lo sabía más o menos, porque en realidad no salté de la calle a Canal 13. Hubo matices y en Córdoba habíamos tenido una experiencia bastante parecida a lo que pasó a nivel nacional. Obviamente que cuando explotó a nivel nacional fue demasiado inmanejable, desde lo lindo hasta los celos, las broncas, los golpes bajos, pero no fue traumático el paso de estar en mi provincia a estar expuesto a nivel nacional.

-¿Qué tenías para ser un fenómeno masivo?

-Me parece que confluyeron varias cosas. No pasa sólo por lo que puedo entregar, que puede ser mucho o poco, pero potenciado por una capacidad de la gente que me rodea y sirve de propaladora de esas cosas simples que uno hace. Me parece que se conjugaron muchas capacidades con un objetivo bastante claro. Además, hemos tratado de defender la esencia, el mensaje claro, lo más sano posible, el respeto por lo chicos. Y gracias a Dios no estoy solo en eso.

-¿Sentiste que si no estabas en televisión no existías?

-Subjetivamente no, porque como tenía la dinámica de los viajes, de las giras y en cada lugar y en cada teatro había una cantidad de público y posibilidades de volcar las canciones nuevas, nunca llegué a sentir que si no estaba en la tele no existía más. De todas maneras, soy consciente de que hay mucha gente que tiene esa sensación. Hay artistas que se toman un año sabático y están en su etapa más feliz, pero en el ambiente flota una sensación de fracaso porque no aparecen en televisión. No crea que deba ser necesariamente así.

"Cuando el personaje explotó a nivel nacional, hubo cosas inmanejables", dijo Piñón.