Familiares y amigos relataron sus experiencias durante la noche trágica de 1976

Evocaron a los 17 desaparecidos por la dictadura en el cordón industrial

Plantaron un roble por cada víctima durante la inauguración del Paseo de la Memoria en San Lorenzo

Marcelo Abram / La Capital

San Lorenzo.- Con la plantación de 17 robles, uno por cada desaparecido que arrojó la última dictadura militar en el cordón industrial, quedó inaugurado ayer el Paseo de la Memoria en esta ciudad. A partir de ahora, quienes transiten por las calles 3 de Febrero y Sargento Cabral podrán leer los nombres de aquellos que fueron secuestrados durante el proceso militar y que hasta el momento figuran como desaparecidos.

La inauguración del paseo está enmarcado en el cronograma de actos de la Semana de San Lorenzo, con motivo de celebrarse cada 10 de agosto el aniversario de su fundación.

El acto tuvo pasajes de gran emoción, principalmente reflejada en familiares y amigos de las víctimas, evidenciando una vez más con los gestos, lágrimas y hasta en cada palabra entrecortada, que el dolor no ha sido superado con el paso del tiempo y que el daño que causó el terrorismo de Estado en el seno de cada familia ha sido irreparable.

En ese contexto, casi nadie pudo contener el llanto al momento de plantarse de cada uno de los jóvenes árboles, mientras funcionarios, familiares y amigos se fundían en un abrazo.

La ceremonia fue encabezada por la intendenta Mónica De La Quintana, quien estuvo acompañada por el senador provincial Armando Traferri; la secretaria de Derechos Humanos de la Cancillería, Alicia Oliveira; el secretario de esa cartera de la provincia, Domingo Pochetino; la representante de Madres de Plaza de Mayo, Darwina Galichio, y los familiares de los desaparecidos sanlorencinos.

Durante todo el desarrollo del acto resultó muy difícil abstraerse de la emoción del momento, a tal punto que los parientes de desaparecidos apenas pudieron brindar su testimonio, como le sucedió a Mariela Riquelme, quien cuando apenas tenía seis años fue testigo del secuestro de su padre, Oscar Riquelme.

Mariela sostuvo que sentía "un profundo dolor y al mismo tiempo una gran emoción, porque todavía se acuerdan de mi padre. Al principio no tenía ganas de venir al acto, pero me dio fuerzas el estar segura de que él me acompaña. Yo vi cómo le pegaban mientras se lo llevaban, todavía lo extraño y quisiera tenerlo conmigo, por eso estoy acá".

María Juana Castelini, era una delegada gremial que trabajaba en la ex Cerámica San Lorenzo y cuando salía de un cine en Rosario junto a su novio, Luis Esteban, fueron chupados. "Se llevaron a mi hija que estaba en el cine junto a su novio y después vinieron a mi casa con tres autos y nos golpearon y nos desvalijaron", relató Magdalena, su madre, mientras se aferraba a su otra hija, Mirta, quien aseguró: "Se que hay gente que va presa, pero para mi es una fantochada y pronto van a salir libres".

Desde ayer, los nombres de Hugo Parente, Lina Funes, María Montenegro, Juan Funes, María Castellini, Carlos Vergara, Roberto Camuglia, Roberto De Grandi, Rafael Carroza, María Cuatrin, Carlos Kruppa, Rosa Benuzzi, José López, Isabel Carlucci, Ramón Di Fiore y José Prat, tienen un nuevo espacio que los recuerda. La mayoría de ellos desaparecieron la Noche Trágica de 1976, muchos de ellos era miembros de la columna Sabino Navarro, vinculada en su momento a la organización Montoneros.

La secretaria de Derechos Humanos de la Cancillería, Alicia Oliveira, se refirió a la marcha de la causa que se instruye en el Juzgado Federal Nº 4 de Rosario, a cargo de Omar Digerónimo, señalando que "hemos hecho denuncias sobre represores, el propio canciller Bielsa ha declarado, y si bien del seguimiento del tema se ocupa formalmente la Secretaría de Derechos Humamos del Ministerio de Justicia, estamos al tanto de todo lo que está pasando".

Sobre la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones de liberar a uno de los detenidos por Digerónimo, sostuvo que "estamos absolutamente convencidos de que son decisiones injustas, y hay que resolverlo. Quedan otras instancias, hoy hay otra Corte Suprema de Justicia de la Nación, así que con el trabajo excelente que vienen haciendo los abogados de la víctimas, esto lo vamos a revertir".


Ausencias y presencias
Durante la inauguración del Paseo de la Memoria, fueron tan notorias ciertas presencias como algunas ausencias. Pudo observarse a Viviana De la Ciega, esposa del soldado desaparecido Hugo Parente, cuyo testimonio fue clave en la causa para imputar al ahora detenido Hugo Maderna, ex secretario de Gobierno de la Municipalidad durante la dictadura, y al ex intendente Rubén Cervera, hoy con arresto domiciliario, por la desaparición de Parente y José Prat, quienes la última vez que los vieron con vida fue antes de ingresar al servicio militar en el Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán.

También se encontraban en el acto los ex militantes Manuel Casado, Carlos Avalos, quienes brindaron un testimonio en la causa que además de Maderna involucró al ex diputado Pedro Pili Rodríguez.

Sin embargo, como contrapartida los que se destacaron por nos estar en el homenaje fueron los concejales de la oposición Ramón Diccilli y Roberto Camerlo (Partido Vecinal), Miguel Piagenttini, Pablo Baldomá (Unión Cívica Radical) y Gustavo Cerdera (Partido Justicialista).

Quizás el momento más impactante fue cuando por los altoparlantes se convocó a los familiares de Isabel Carlucci, de quien algunos sostienen que desapareció por ser militante, y otros por el sólo hecho de ser la esposa del dueño de una imprenta donde imprimía sus volantes la Juventud Peronista. Los designios de la vida llevaron a su hermano Gerardo Carlucci a la política, primero en la Democracia Cristiana y luego en el radicalismo, donde la ciudadanía lo premió votándolo para la Intendencia de Capitán Bermúdez en 1999. Las vueltas de la política llevaron a Carlucci a tomar como asesor a Pedro Pili Rodríguez, hoy preso por estar acusado de ser participe de la represión en el cordón industrial.

"Yo le entregué a Carlucci la invitación personalmente", se justificó un funcionario municipal al señalar al gran ausente, mientras el profundo silencio de todos los presentes era el afecto más cercano en el recuerdo a Isabel.

Cada árbol recordará a las víctimas.