| miércoles, 11 de agosto de 2004 | Denunciaron a un patovica de Pasacalle por brutal agresión Un joven y su novia aseguran que en total los golpearon cinco personas en el boliche de Arroyo Seco. A él le hicieron una cirugía y le aplicaron 20 puntos Un joven y su novia fueron brutalmente agredidos la madrugada del domingo en el boliche Pasacalle, de Arroyo Seco, por un presunto patovica y otros cuatro muchachos. Sebastián Dolce, de 25 años, debió ser sometido a una cirugía estética reparadora en el Hospital Italiano y su familia iniciará una demanda contra la disco, en tanto siga sin ser identificado el agresor, que según la víctima se llamaría Daniel y se desempeñaría como encargado de la seguridad del lugar.
La noche del sábado era una más para Sebastián y su novia Marcela Herrera, quienes solían ir con frecuencia a la disco arroyense. Pero por una razón que todavía no entienden se convirtió en una pesadilla, cuyas consecuencias podrían haber sido peores, ya que el muchacho recibió 20 puntos en la boca.
"Eran cerca de las 5 -relató el denunciante- y estábamos en un sector para parejas. Fui hasta la barra para comprar algo y en eso veo al patovica con un grupo de chicos alrededor de Marcela. Me llamó la atención, me acerqué y escuché que le decían guarangadas. Entonces la tomé de la mano para sacarla de ahí. Ya sabía cómo podía terminar eso, estoy acostumbrado a ver cosas así".
Pero los matones no dejaron ir a la pareja. "El patovica -añadió Sebastián, quien vive en la zona sur de Rosario-, que es el encargado de la seguridad del boliche, me empezó a apurar. Me agarró del cuello y me pegó. No fue con la mano, porque sentí algo frío y filoso, no sé qué fue. Además el médico me dijo que la herida no era de un puñetazo. Después me pegaron los otros". Además del golpe en la boca, el joven presenta un par de hematomas en otras partes del cuerpo, aunque no revisten gravedad.
Marcela aseguró que el patovica, descripto como un "grandote de más de 30 años con el pelo rapado", fue quien "empezó todo" al acosarla verbalmente. "Sebastián intenta sacarme y el tipo lo increpa, le dice que no se meta y le empiezan a pegar. Y cuando yo intento sacarlo también me pegó a mí", contó la joven, de 20 años, mostrando un pequeño hematoma en su boca.
La paliza no duró más que unos minutos. Sebastián quedó tendido y parecía haber perdido el conocimiento. Entonces alguien del boliche los llevó a un cuartito y les dio algodón y agua oxigenada. "Era como una cocina, con salida a la calle, donde nos tuvieron como una hora. Cuando quisimos volver al boliche para que pidieran un médico la puerta estaba trancada. A la hora vinieron a decirnos que no podíamos estar allí, que nos fuéramos", recordó la pareja muy indignada por la actitud de los responsables de Pasacalle. "Les dije que nos ayudaran, que llamaran a una ambulancia porque se estaba desangrando, pero nunca hicieron nada", se quejó Marcela.
Los jóvenes habían llamado por un celular al padre del chico para avisarles lo que sucedía. Eso tal vez evitó una nueva agresión en la calle. "Cuando salimos los pibes me querían pegar de nuevo, pero me acerqué a un policía y justo vino mi viejo", contó Sebastián. Aunque el agente le dijo que fueran a hacer la denuncia, el padre optó por llevarlo directamente al Italiano. "Estaba destrozado, todo ensangrentado. Primero la salud. Y menos mal que fue así, porque el cirujano nos dijo que si llegábamos más tarde tal vez las cosas no habrían salido bien", contó Carlos Dolce.
Precisamente, el hombre se quejó de que la policía -la denuncia se radicó en la comisaría 27ª- no se mostró muy interesada en el caso "hasta que salió en los medios". Asimismo, adelantó que iniciará una demanda contra el boliche y contra el patovica, a quien preferiría encontrárselo en la calle "para ver si es tan guapo". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Sebastián y Marcela solían ir seguido a Pasacalle. | | |