Escándalo en el fútbol italiano

Más de 30 personas del fútbol italiano, entre ellos 15 futbolistas, pero también entrenadores y directivos, así como 12 clubes profesionales fueron acusados por la manipulación la temporada pasada de por lo menos ocho partidos, según informó ayer el diario "La Gazzetta dello Sport".

Un abogado de la Federación Italiana de Fútbol (Figc) demandó judicialmente el lunes, entre otros, a los clubes de la Serie A, Chievo Verona, Siena y Sampdoria Génova así como a Módena, de segunda división, y el proceso comenzará el 18 de agosto.

Los clubes podrían ser sancionados, aparte de a elevadas multas, al descuento de puntos y al descenso forzoso. En la Serie A, sobre todo Siena y Chievo temen quedar excluidos de la Liga, según informa el rotativo italiano.

Como la composición de las ligas podría variar aún debido al escándalo de apuestas, el comienzo de la Serie B fue aplazado hasta el 12 de septiembre.

Los jugadores, técnicos y directivos son acusados de haber efectuado altas apuestas a resultados previamente acordados y cobrado enormes sumas de las oficinas de apuestas. En Italia, todos los que trabajan en el fútbol profesional tiene prohibido apostar sobre partidos.

Entre los más conocidos encausados figura el ex entrenador de Chievo Verona Luigi del Neri, acusado de complicidad y de omisión de denuncia.

En una conversación telefónica, escuchada secretamente, Del Neri se niega a acordar un resultado. El técnico, que acaba de rescindir su contrato con el Oporto portugués antes del comienzo de la temporada, rechaza todas las acusaciones: "No permito que arrastren por el suelo mi reputación", dijo.

La Federación se enteró de las supuestas estafas de apuestas a través del investigador antimafia de Nápoles, que descubrió que algunos futbolistas profesionales tenían contacto con miembros de la camorra napolitana.

A partir de ahí se siguió la investigación en la que se descubrieron llamadas telefónicas antes de los encuentros entre componentes de los equipos que podrían servir para amañar los partidos. (DPA)

Algunos equipos corren el riesgo de perder la categoría.