| miércoles, 11 de agosto de 2004 | Creer sin ver "Ay de los que en sus camas piensan el mal, maquinan iniquidad y cuando llega la mañana lo ejecutan porque tienen el poder", Miqueas C2. V1-2. Jorge Yoma y un grupo de diputados están proyectando una ley para que jóvenes de hasta 16 años puedan votar voluntariamente. Es loable que los políticos se ocupen de los jóvenes, pero ¿cómo se les puede imponer semejante responsabilidad, cuando los mentores del proyecto son partícipes y cómplices del plan político que llevó al país a la ruina, dejó a millones de jóvenes sin futuro, a sus padres sin trabajo, a sus madres sin estabilidad familiar, a sus abuelos sin jubilación y a sus hermanitos menores condenados a la desnutrición y analfabetismo? Ante la ausencia del electorado que en muchos distritos del país, como la provincia de Santa Fe, superó el 50 % en las pasadas elecciones, es dable suponer que estaríamos ante una demagógica maniobra de nuestros gobernantes, a los fines de utilizar el voto juvenil para perpetuarse en el poder. Con políticos sin vocación de servicio, sin pruritos éticos, cuyos referentes y liderazgos han sido pulverizados; con políticos que -cual verdaderos sacrílegos- juran en falso ante las Sagradas Escrituras servir al pueblo y luego traicionan, para que esto cambie sólo le queda a nuestra juventud tener esperanza y fe. Aunque fe signifique creer sin ver.
Ricardo Carreño, DNI 4.283.845 enviar nota por e-mail | | |