Salvemos a los clubes

He leído con agrado la carta de lectores del martes 10 que dice: "Salvemos los clubes deportivos". Partamos de una gran verdad, que la mayoría de la gente desconoce. Más allá de otros factores, a los clubes deportivos los mató Sadaic. Muchas instituciones se sostenían con los bailes y festejos de los fines de semanas. ¿Cuántos de nosotros somos hijos de parejas que se conocieron en el baile del club? Rosario está poblado de estos matrimonios. Hasta que llegó Sadaic, se plantó en la boletería y empezó a comerles la recaudación. Esa es la verdad; a la larga, el baile de los clubes fue reemplazado por las actuales discos que ya sabemos a qué han llevado a los jóvenes: a que arranquen a las dos de la mañana y terminen a las seis. No entiendo cómo ningún legislador se ocupó de este tema, pero Sadaic es un lobby grande y pisa fuerte. Maneja fortunas, sus directivos se aplican sueldos de 15.000 pesos, y como se ha descubierto este año tiene cuentas en las Islas Caimán. Qué resta decir. Un saludo a mi gran club y su equipo de básquet que tanto sigo: ¡viva Sportmen Unidos!

Fabio Cassina