| sábado, 07 de agosto de 2004 | Cosa de no creer Aprovecho esta oportunidad que brinda La Capital para contarles que a pesar de todo el bombardeo de malas noticias, que son muchas, también hay para destacar cosas muy buenas, como las que pasan en el Hospital Geriátrico Provincial sito en Ayolas al 100, donde en silencio el grupo de gente, empleados, enfermeros, asistentes sociales, médicos, brindan atención con mucho amor y cariño a todos sus ancianos. Por intermedio de un amigo imposibilitado, que necesitaba rehabilitación, tuve la oportunidad de conocer lo que ocurre en un lugar público a pesar de sus carencias. Si enumeramos, la limpieza es óptima, el trato de todo el personal excelente. La sonrisa, la paciencia y el cariño son los distintivos de todo el personal, lo mismo sucede con los médicos y jóvenes estudiantes que realizan prácticas de fisiatría. Comentan que el eslogan del director Walter Hyón es que un geriátrico no debe ser un depósito de viejos, y con creces lo está cumpliendo. Por ahí se lo ve al director cargado con una escalera de dos hojas, cuatro veces más grande que él. Comenta el personal que el doctor Hyón ha hecho una revolución dentro del geriátrico, y que a pesar del cambio de administración en la provincia ha primado un sano criterio, porque nuevamente fue confirmado en su cargo y así podrá continuar con su proyecto. Ojalá todos tengan la oportunidad de conocer este lugar y pensar como yo, que no todo está perdido.
Inés Clementina Berlanda
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