Los proyectos del Indear

Directivos de las empresas biotecnológicas Bioceres y Biosidus presentarán la semana próxima, en el marco del congreso nacional de Aapresid, los avances en el desarrollo del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear), que comenzará sus actividades en el otoño en el segundo trimestre del año que viene en las instalaciones del Cerider, en Rosario.

Directivos de ambas compañías avanzaron sustancialmente esta semana en los detalles del convenio de vinculación firmado con el Conicet, así como en la modalidad de los acuerdos que enmarcarán la estrategia de transferencia tecnológica. Con estos avances, antes de fin de mes comenzarían los estudios de agrimensura tendientes a la reurbanización de las instalaciones del Ceride, de modo de acelerar las obras.

La inversión inicial del emprendimiento estaba prevista en unos 8 millones de dólares pero es probable que esa suma se amplié a medida que avance la puesta en marcha. Además de la construcción de los edificios, el equipamiento necesario para el secuenciamiento de genes, se lleva el grueso de la inversión. El Indear se dedicará en una primera etapa en la investigación genómica, fundamentalmente en busca de resistencia a estreses bióticos y abióticos en los principales cultivos pampeanos. Pero las líneas de investigación también apuntan al desarrollo vinculado con los alimentos funcionales. En el camino de Bioceres, que se constituyó con los propios productores como accionistas, el Instituto de Agrobiotecnología prevé abrir parte del capital a terceros. En los próximos días también se conocerá el gerente del instituto.

Mientras tanto, Bioceres avanza junto al Inta en la ampliación de la red de ensayos vinculados al programa de trigo (están multiplicando las primeras variedades) y en el patentamiento de innovaciones obtenidas en la línea relacionada con el girasol.