| domingo, 01 de agosto de 2004 | Los días son larguísimos Los investigadores discutían sobre la posibilidad de que tuviera atmósfera e imaginaban que sus días duraban lo mismo que sus años, lo que hacía pensar en un mundo en el cual una de sus caras siempre era de día, mientras que la otra permanecía en una noche perpetua.
Pero Mariner 10 confirmó que, como sugerían las mediciones realizadas en 1965 con el radiotelescopio de Arecibo, Mercurio tarda en girar sobre su eje 58,65 días terrestres.
Este ciclo, combinado con el año de 88 días, da como resultado que en la superficie del planeta se da un intervalo de 176 días entre dos salidas de Sol. Además, se descubrió que el pequeño mundo tiene una apariencia muy similar a la de la Luna, con una superficie salpicada de cráteres, y un campo magnético muy débil, de un 1 por ciento del de la Tierra.
Su proximidad al Sol hace que en la superficie la temperatura alcance los 450 grados centígrados. Sin embargo, en el anochecer en Mercurio el termómetro puede caer hasta los 180 grados bajo cero, debido a que la tenue atmósfera que cubre al planeta no es capaz de retener el calor. enviar nota por e-mail | | |