| miércoles, 28 de julio de 2004 | Pagan rescate por secuestro de chica entrerriana pero no la liberan La familia de una chica de 13 años que fue secuestrada el domingo pasado en la localidad entrerriana de San Benito (a 20 kilómetros de Paraná) pagó ayer el rescate exigido por la banda, aunque la víctima no fue liberada al cierre de esta edición y la policía llevaba adelante ayer un operativo para encontrarla.
Grupos especiales de la policía entrerriana, de todas las seccionales de la zona y del área de investigaciones reiniciaron ayer la búsqueda de la chica -suspendida durante la madrugada- en la zona de San Benito, a 20 kilómetros al este de Paraná.
La chica cautiva es Fernanda Isabel Aguirre, de 13 años, quien se encuentra secuestrada desde la tarde del domingo pasado y por quien se hicieron llamados extorsivos en reclamo del pago de un rescate.
Familiares de la joven informaron que los padres de Fernanda ya entregaron a los secuestradores dos mil pesos exigidos, durante una transacción que se concretó en el denominado Puente de Hierro, una estructura ferroviaria que atraviesa calle Almafuerte, en el acceso oriental a Paraná.
El dinero, colocado dentro de una bolsa plástica, fue entregado por el padre de la chica a una mujer morocha y a un hombre, que le aseguraron que Fernanda sería liberada momentos más tarde, lo que nunca ocurrió.
Por tal motivo, la Justicia ordenó un exhaustivo rastrillaje en San Benito, que se inició anteayer en el parque industrial de Paraná, en Colonia Avellaneda y en Sauce Montrull, aunque sin resultados.
También se rastrilló la zona de calle Hernandarias, donde vive Claudio "Jorobado" Lencina, un hombre recientemente condenado a 15 años de prisión por la muerte de un técnico naviero, precisaron los voceros, quienes dijeron que tampoco allí se obtuvieron elementos relevantes para la pesquisa.
La chica, que vive con sus padres en calle Irigoyen al 1200, salió de su casa el domingo a las 16 y se dirigió caminando hasta una florería situada en el nuevo camino de acceso a los cementerios de esa localidad.
Tras adquirir tres claveles en uno de los negocios, Fernanda emprendió el regreso hacia su casa, aunque nunca llegó. Poco después los padres recibieron un llamado extorsivo. (Télam) enviar nota por e-mail | | |