Historias del hampa de uniforme

En la última dictadura militar, la Policía Federal fue un semillero de secuestradores. En la Superintendencia de Seguridad Federal se incubó la "banda de los comisarios", como se llamó al grupo encabezado por los subcomisarios José Ahmed y Alfredo "Poroto" Vidal, cuyas actividades se extendieron al menos entre 1978 -secuestro de Karina Werthein- hasta 1991 -con el caso de Mauricio Macri. Y en Defraudaciones y Estafas -precisamente el organismo que debía investigar los secuestros- se formó otra peligrosa organización, en torno al oficial Roberto Buletti.

La víctima que unió a esas dos bandas fue el empresario Osvaldo Fabio Sivak. El 7 de agosto de 1979 varios hombres lo abordaron en el microcentro porteño, cuando se detuvo frente a un semáforo. Los familiares y los secuestradores convinieron pagar el rescate dos días después, en Remedios de Escalada. Personal de Defraudaciones y Estafas montó una trampa y detuvo a dos personas cuando iban a cobrar el rescate: los subcomisarios Ahmed y Vidal. La causa fue cerrada sin mayores averiguaciones. Como en tantos otros secuestros ocurridos en la Argentina, la Justicia cerró sus ojos sin contemplar a los responsables.

El mismo día en que Sivak quedó libre pidieron el retiro Ahmed, Vidal, otros tres oficiales de la Policía Federal y dos capitanes del Ejército, presuntos miembros del grupo que secuestró al empresario.

El 29 de julio de 1985 el infierno volvió a repetirse para Sivak, cuando el grupo de Buletti -quien había sido custodio suyo- lo secuestró. El 10 de agosto un socio y el hermano de la víctima entregaron un bolso con más de un millón de dólares en Avellaneda. Pero Sivak no apareció. El caso recién se aclaró dos años más tarde, con la detención de Buletti y varios agentes de la Policía Federal: el empresario había sido asesinado y enterrado en la localidad bonaerense de Abasto.