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 domingo, 25 de julio de 2004

Mediante la hidroponia logran una eficaz producción en hortalizas
La ancestral técnica de cultivos sin tierra y trabajando en el agua se emplea con éxito en San Gregorio

Gregorio Sogno / La Capital

San Gregorio. - La hidroponia deriva del griego hydro (agua) y ponos (labor o trabajo), lo cual significa trabajo en el agua. Es una ciencia que estudia cultivos sin tierra. No es una técnica moderna, sino ancestral, en la antigüedad hubo culturas y civilizaciones que la usaron como medio de subsistencia. En una quinta de San Gregorio, Daniel Magadán y su esposa María Bella Ivars decidieron desarrollar esta actividad en un invernadero y aseguraron que les dio resultados extraordinarios. "La producción de lechugas es realmente sensacional", afirmaron.

María contó que la inquietud nació hace dos años cuando se enteró que la técnica se hacia en Buenos Aires y vieron la posibilidad de desarrollarla en San Gregorio. En un principio comenzaron a producir en pequeños recipientes de plásticos, sin embargo no siempre se logran los resultados que dicen los libros, fundamentalmente cuando de climas se trata. "La idea era hacer algo que fuera viable, una producción, que el producto fuese bueno y poderlo trabajar en la zona", afirmó el matrimonio.

Este tipo de experiencias ha arrojado resultados impresionantes en cuanto a producción, el producto final es a partir de los 350 gramos de la planta de lechuga, pero se ha llegado a cosechar plantas de 400 y 500 gramos. Eligieron a la lechuga, en distintas variedades, por ser la más sencilla y la más económica en el espacio, pero también se hace en cultivos de tomates, pepinos y albahacas.

Durante las 24 horas pero con una organización distinta de horarios -ya que de día tienen el efecto de la luz y necesita más agua- funciona 10 minutos el pasaje de agua y 5 minutos en reposo, es un circuito cerrado, esa misma agua vuelve a la pileta y al encenderse el motor recircula y vuelve a regar a la raíz de la planta. Debajo de las mesas donde se depositan las plantas en su crecimiento hay canaletas y el agua va pasando por ellas.


Desde la siembra
El proceso se inicia con el sembrado sobre lana de vidrio de la semilla, lleva un tiempo para sembrar de a una las mismas, luego se tiene que mantener húmeda esa lana, no posee base el recipiente o sea que el agua se va. Así flota una o dos semanas en una pileta chica y después cuando tienen 5 centímetros se hace el trasplante a las tuberías de cañitos más chicos. Luego que crece, se estima 15 días, recién se hace el trasplantes a las mesas más grandes.

"Una persona sola puede atenderlo, aunque obviamente mucho depende de la producción, ya que diariamente hay que dedicarle al menos dos horas, es muy importante la observación del proceso, hay situaciones en que puede ocurrir que se corte la energía en una hora de calor y -al no pasar agua- en dos horas no queda nada, ya que no funciona el circuito de agua", ejemplificó María.

"Lo más importante que tiene esta lechuga es que no hay que estar sacándole malezas o yuyos que la invaden, no necesita riego porque lo tiene constantemente y evita las plagas más frecuentes del suelo. Acá también se tienen plagas, pero de otro tipo, como el trip -una especie de pulgón muy chico- se observa con el cuidado diario, también cuando la planta es chica aparecen los pájaros y se las llevan. En cuanto al gusto es muy rica, porque no se usan insecticidas ni agroquímicos. Ante apariciones de plagas como este pulgón, consultado al Inta, se aconsejó recetas caseras que dieron resultado, agua, alcohol y ajo", contaron María y Daniel.

María destacó que todas las semanas prueba una variedad de semillas distintas, "para observar cuál se adapta mejor al clima, cuál es la de mejor gusto de los consumidores, la que resiste más al calor, al frío a las pocas horas de luz".

Distintos negocios de San Gregorio conocen el producto de la quinta de los Magadán-Ivars, también restaurantes y casas particulares, pero ellos consideran que aún están aprendiendo y no tienen la continuidad como para una cadena de venta.

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María Bella Ivars ha cosechado plantas de lechuga que llegan a pesar 500 gramos.

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