Entrevista. Susana Rueda, la primera mujer en llegar a la cúpula de la CGT

"Reutemann no es líder del peronismo"

La ex candidata a senadora provincial por el sublema de Héctor Cavallero hizo un mapeo de la política provincial

Mauricio Maronna / La Capital

¿Quién es esa mujer?, se preguntaron todos, cuando quedó conformado el triunvirato que conduciría a la CGT. Se trataba de Susana Rueda, una sindicalista santafesina del gremio de la sanidad que, como antecedente político más inmediato, presentaba su candidatura a senadora por el departamento La Capital de la mano del cavallerismo, entonces un sublema del PJ. El 7 de septiembre de 2003, Rueda cosechó apenas 7.662 votos (el 6,84% de los votos del lema), pero hoy está en el salón principal del edificio de calle Azopardo.

Rueda se define como peronista "de Perón y Evita", elogia a Kirchner, le molesta que le digan que es una gorda entre los gordos de la CGT y siente una profunda adversión hacia el senador Carlos Reutemann. Hincha de Colón, la primera mujer en integrar la cúpula de la Confederación General del Trabajo es hoy una de las dirigentes más buscadas por la prensa. De hecho, hasta la mismísima BBC de Londres se interesó por reportearla.

"¡Claro que me sorprendí cuando me dijeron que sería secretaria general!", le dice a La Capital, aunque inmediatamente encuentra razones para justificar su designación: "Mi organización hizo una apuesta muy fuerte para colaborar y sostener la CGT sin tener puestos de relevancia. Ahora, que se busca la unidad y el equilibrio, se decidió que nuestro sindicato tenga un rol principal. La ley de cupo sindical también contribuyó".

-El rol de la CGT está deslucido y el control de la calle parece estar en manos de los piqueteros.

-El rol de la CGT no es el mismo que el de los movimientos sociales que surgieron en medio de la crisis. Nosotros tenemos una responsabilidad social hacia los que representamos; los piqueteros son desocupados, jóvenes que nunca tuvieron trabajo y mujeres que perdieron hasta a sus maridos en la crisis. Ese reclamo no es el mismo que el de los trabajadores. Por medio de la unidad intentamos fortalecer a la central sindical para posicionar los temas que les interesan a los trabajadores.

-¿Y cuáles son los objetivos?

-Recuperar el salario, que está absolutamente devaluado respecto a la canasta familiar, combatir el trabajo en negro e informal y crear empleo. Si nosotros mejoramos los salarios logramos mayor consumo, y si esto se produce la economía se recupera. Es una forma de terminar con el círculo distorsivo. El 90% de los trabajadores tiene una jornada excesivamente larga, y no la cobra, porque no hablo de horas extras.

-A Moyano se lo ubica como un disidente y a usted como parte de los "gordos". ¿Es correcto?

-Esta lectura terminó el 14 de julio. Son motes, apodos que nos ponen los medios para marcar tendencias. No se trata solamente de los "gordos", Moyano, etc. Había una fractura entre la CGT y los disidentes que logró superarse mediante el triunvirato que formamos. Si seguimos pensando en el pasado no hay futuro.

-Los caciques sindicales tienen el perfil de hombres rudos, de malos modales y demasiado afectos a las "roscas". ¿Su presencia espantará esa imagen?

-Noto gratamente una expresión de afecto muy grande de parte de la gente con la que me relacioné: periodistas, taxistas, peatones. Estoy expresando un mensaje diferente, soy una persona nueva en la CGT; soy mujer, lo que permite una mirada diferente, y soy del interior, que aporta una cuota de razonamiento distinto.

-¿Usted es duhaldista, kirchnerista, menemista, reutemista u obeidista?

-(Se ríe). Yo soy peronista, y lo voté a Kirchner. Tengo grandes coincidencias con él en la idea de la unidad latinoamericana, en el tratamiento de la deuda externa... Todo eso sirve para defender el trabajo argentino, al igual que todo lo que se hace para recuperar calidad educativa. Pero tiene que romper la inequidad social de un modelo perverso. Kirchner debe mejorar la distribución del ingreso.

-¿Cuál es su mirada sobre la política santafesina?

-Es compleja la política santafesina, ¿no? Hay un liderazgo muy fuerte de Reutemann y hay un liderazgo que le cuesta mucho construir al gobernador (Jorge) Obeid. El remanente de la forma de construir política de Reutemann complica mucho a Obeid.

-¿Cómo juzga usted a Reutemann?

-¿En qué aspecto?

-Como dirigente político, como líder del peronismo santafesino.

-Primero que no es líder del peronismo, no hizo peronismo. Manejó bien los resortes de la economía de una provincia muy rica pero concentró la riqueza. Un dato que me preocupa mucho y me sensibiliza es el índice de desnutrición en nuestra provincia. No se puede realizar atención primaria porque se desmantelaron las redes. Esta no es una provincia pobre, tiene un gran potencial.

-¿Está más cerca de Obeid?

-Sí, Obeid viene de las filas del justicialismo y ha intentado hacer peronismo. Lamentablemente no le es posible por el fuerte liderazgo de Reutemann.

-Pero de no ser por Reutemann el peronismo difícilmente hubiese seguido gobernando Santa Fe.

-El sacó 800 mil votos porque es una figura mediática. Nos levantábamos a las 7 de la mañana para verlo correr, tiene ascendencia popular en el conjunto de la sociedad, es un líder deportivo. Es muy difícil luchar cuando un líder deportivo se transforma en un líder político y, además, tiene una personalidad austera. No quiero denostar a Reutemann..

-Bueno, lo disimula bastante bien.

-Déjeme decir que frente a los hechos consumados sale a poner la cara y asume en su persona el costo de lo sucedido. Sin pagarlo, lo asume. Entonces, el conjunto de la sociedad lo ve como alguien que trata de solucionar los problemas y se desvirtúa quién fue responsable de las inundaciones, quién no tomó las decisiones a tiempo, quién pudo haberlo evitado y no lo hizo. ¿Cuál es su responsabilidad real, estar hombreando bolsas o tomando decisiones? ¿Cuál es su responsabilidad real como gobernante cuando está dando vueltas en el helicóptero y observa que el agua viene? El gobierno estaba avisado y no se tomaron las medidas necesarias.

-Se dice que la CGT que usted integra es más de lo mismo. ¿Puede haber algo nuevo con Luis Barrionuevo?

-Estoy yo, entonces ya no es más de lo mismo.

-Si se mantienen las actuales condiciones sociales, ¿le va a temblar el pulso para proponer un paro contra Kirchner?

-No. El paro, la movilización y la confrontación son herramientas válidas para hacernos escuchar.

"No me temblará el pulso si tengo que proponer un paro contra Néstor Kirchner", aseguró Susana Rueda.