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 domingo, 25 de julio de 2004

Sudán: ¿genocidio o "catástrofe humanitaria"?
Unas 50 mil personas murieron en un año y medio

Nueva York. - Mientras el régimen islamita de Sudán acusaba ayer a la comunidad internacional de "atacar al islam" por exigirle el fin de las masacres perpetradas por sus milicias contra las tribus negras en el oeste del país, el balance total de muertos en este conflicto en el último año y medio podría haber llegado a las 50.000 personas, estimó Jan Egeland, secretario general adjunto de la ONU en crisis humanitarias.

De hecho, en el largo conflicto étnico-religioso de Sudán, iniciado en 1983, han muerto asesinadas o por desnutrición y enfermedades ligadas al conflicto casi dos millones de personas. Casi todas las víctimas son de raza negra y religión cristiana o animista. Los árabes, que dominan en el gobierno, han creado desde 1989 un régimen integrista islámico y puesto en práctica una política de limpieza étnica. La actual crisis, centrada en la región occidental de Darfur, es sólo el último episodio de esta tragedia de más de 20 años de duración.

"No tenemos una cifra precisa pero sobre una población de alrededor de un millón de personas desplazadas se puede situar en cualquier lugar entre 30.000 y 50.000 personas", declaró Egeland. "La mayoría de esas muertes era evitable", agrega el diplomático noruego, y "el mayor asesino no es el fusil, sino la disentería". Darfur, provincia de Sudán fronteriza con Chad, es escenario de una grave crisis humanitaria desde febrero de 2003, cuando algunas poblaciones locales negras se rebelaron contra las atrocidades perpetradas por las milicias árabes y el ejército sudanés.

Alrededor de 1,2 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares en esta región en 17 meses de conflicto, de los cuales 200.000 se han refugiado en el vecino Chad.

El Congreso de EEUU calificó lo que ocurre en Darfur y sus inmediaciones de "genocidio", pero funcionarios del gobierno de Washington y de las Naciones Unidas -donde se negocia una resolución- son renuentes a usar este término, ya que la Convención de la ONU de 1948 obliga a aplicar sanciones contra el gobierno que perpetra este crimen. Washington prefiere aplicar presión diplomática, como hizo el viernes su secretario de Estado, Colin Powell, y sensibilizar a la opinión pública para obligar a los integristas de Jartum a frenar su accionar. Ayer la Unión Europea se pronunció en similar tono.

En cuanto al término "genocidio", el secretario general de la ONU, Kofi Annan, prefiere hablar de "catástrofe humanitaria" y el Departamento de Estado también hace lo posible por eludirlo. Según la convención de la ONU de 1948, la figura de genocidio exige la constatación de una política deliberada de expulsión y exterminio contra una nacionalidad o grupo étnico. Para el Congreso de EEUU esto es precisamente lo que ocurre actualmente en Sudán.


Debate por una resolución
El hecho concreto es que entre 30 y 50 mil personas inocentes han muerto en un año y medio en Sudán y hasta ahora la ONU no ha emitido ninguna resolución de condena. La presión de los países árabes y de sus aliados pueden explicar esta falta,que contrasta con la atención puesta en otros conflictos, como el palestino-israelí. Un funcionario de EEUU explicó que la resolución que ahora se negocia dificultosamente no debe incluir la amenaza de imponer sanciones a Sudán si se quiere que el texto sea aprobado.

Las ONG que actúan en Darfur critican por esta actitud tanto a la ONU como a EEUU, y recuerdan que hace diez años la comunidad internacional fracasó miserablemente en detener el genocidio de Ruanda.

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