 | domingo, 25 de julio de 2004 | Una "jaula de oro" para los reyes de España El atentado en Madrid impone una férrea seguridad a los monarcas durante sus vacaciones en Mallorca Sonrientes, el rey Juan Carlos I y el príncipe Felipe están al timón de sus veleros. La reina Sofía, los cinco nietos de los monarcas, así como la princesa Letizia, les saludan alegremente desde otra embarcación.
Sin embargo, la idílica imagen veraniega durante la tradicional regata en la Bahía de Palma engaña. Las vacaciones de este año de la familia real española en Mallorca se encuentran más que nunca marcadas por la amenaza terrorista, pues desde los atentados del 11 de marzo en Madrid, en los que murieron 191 personas, los monarcas podrían ser también objetivo potencial de extremistas islámicos.
La medidas de seguridad, ya de por sí siempre altas, se han endurecido drásticamente.
Así, la zona de exclusión aérea sobre el palacio de Marivent y el cercano palacio Son Vent, donde el príncipe Felipe, de 36 años, y su esposa, la princesa Letizia, de 31, pasan sus primeras vacaciones estivales tras su reciente boda, se ha ampliado de una a dos millas.
Además, se ha levantado un muro de tres metros de altura en la parte del complejo residencial que da al mar.
Cazabombarderos F-18 están listos para derribar en caso de emergencia aviones sospechosos y se han instalado incluso baterías antiaéreas en el recinto de los palacios. Las islas Baleares parecen este verano, "más que nunca, una jaula de oro", según los especialistas.
Unos 1.000 policías, guardaespaldas y miembros de la Guardia Real se ocupan de la seguridad de los monarcas y demás miembros de la familia. Antes de que suban a su yate Fortuna para navegar, buceadores inspeccionan el casco en busca de bombas.
El hecho de que una patrullera de la Armada escolte la embarcación real se entiende por sí mismo. Pero es que también hay controles exhaustivos en el aeropuerto de Son Sant Joan y en los puertos marítimos.
Los servicios secretos comprueban quiénes han alquilado viviendas en la isla durante los últimos meses y los hoteles están obligados a informar a las autoridades de todos los nuevos huéspedes.
Tres veces en la mira En 1995 ya se comprobó que la amenaza es real. En aquel entonces se logró abortar un atentado de ETA contra el rey, que hoy tiene 66 años. El terrorista Javier Arizcuren Ruiz, condenado a 13 años de cárcel, admitió en el proceso haber tenido al monarca tres veces en el punto de mira de su rifle de precisión desde un departamento, a 250 metros de donde estaba el yate. No disparó porque aún carecía de un plan de huida. El comando terrorista había logrado introducir además en la isla un subfusil, dos granadas, explosivos y pistolas.
Las fuerzas de seguridad descartan que haya una célula terrorista de Al Qaeda en las Baleares, pero los investigadores descubrieron que el presunto tesorero de la red en Europa, Ahmed Brahim, pasó un tiempo en Mallorca. Vivió en un ático con vistas al Club Náutico, donde atraca también el Fortuna.
Entre sus huéspedes estuvo uno de los colaboradores más cercanos de Osama bin Laden. Y uno de los responsables de los atentados del 11-M, Jamal "Chino" Ahminadan, fue visto en Ibiza y Palma una semana antes de la masacre.
A todo esto se añade que este verano habrá más huéspedes de alto rango en las Baleares. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pasará sus vacaciones en Menorca, y su antecesor en el cargo, José María Aznar, las suyas en Ibiza.
La consigna es que tanto los habitantes de las islas como los turistas perciban lo menos posible de todo el aparato de seguridad en marcha. Aunque, como decía el delegado del gobierno en las islas, Ramón Socías, "la gente sabe que ello redundará en su propia seguridad". (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La princesa Letizia saluda desde un Yate. | | |