Cine / Crítica

Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"Las batallas de Riddick": Un héroe que no teme acercarse al grotesco
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Vin Diesel, Thandie Newton y Judi Dench. Dirección: David Twohy. Género: ciencia ficción. Duración: 100 minutos. Salas: Monumental y Village.

La película con Vin Diesel se propone como una continuación de "Eclipse total", un filme regular que ha merecido una secuela no tan mala. Lo peor de "Las batallas de Riddick" es su afán de llamar la atención. Por momentos parece que la película quiere darles una vuelta de tuerca a todas las historias de ciencia ficción y de fantasía de los últimos tiempos, desde "La guerra de las galaxias" hasta "El señor de los anillos". El deseo es desmedido y produce efectos grotescos. Como grotescos son los ojos del personaje de Vin Diesel, a quien mediante efectos especiales se le han puesto unos ojos celestes y extraños, con los que no se termina de entender si ve más, ve menos o sólo sirven para seducir mujeres y amedrentar villanos. Riddick, el personaje a cargo de Vin Diesel ("Rápido y furioso" y "Triple X"), es un fugitivo. Vive en un planeta perdido para apartar la mirada de sus enemigos de una chica con la que mantiene una relación paternal y romántica. Hasta ese planeta lo van a buscar unos cazadores de recompensas. El motivo es ambiguo: salvar el planeta o ser entregado a los villanos del filme, los Necrotratantes, un ejército poderoso que en forma sostenida se está apoderando del universo. Con momentos de confusión argumental y de punto de vista, la película avanza a fuerza de combates, aunque por momentos parece que el mismo director se ha agotado de tanta batalla y aprieta el acelerador hasta convertir al filme en un videojuego, con todo el peso mecánico de esos juguetes de computación.


"Mil cuerpos": Un terror que ofrece demasiados homenajes
Calificación: 1 estrella. Intérpretes: Bill Moseley, Sheri Moon, Karen Black y Sid Haig. Dirección: Rob Zombie. Duración: 90 minutos. Género: Terror. Sala: Village.

El músico Rob Zombie, el ex líder de la banda White Zombie, debutó como director con "Mil cuerpos", un exponente del cine gore, que se inspira en la literatura, las series de televisión, el cine clase B y la ciencia ficción. El primer producto de Zombie es un paneo sobre personajes que recuerdan a otros puestos en pantalla en incontables ocasiones. Torturadores, caníbales y el stock completo de freaks se pasean en la hora y media que dura la película. El filme incluye seres deformes al estilo de los que rodó Tod Browning en "Freaks" hace más de setenta años, hasta el engendro asesino de "Depredador" y también una versión hard de los viajes subterráneos de Alicia donde no faltan algunas víctimas vestidas de conejo. Zombie se tienta también con algunas pretensiones estéticas y diversos "homenajes" al manejo de cámaras y las atmósferas de suspenso. Entre ellos están la segunda parte de "Kill Bill", de Quentin Tarantino, o algunas tomas que recrean las imágenes congeladas de Ang Lee en "El tigre y el dragón", pero hechas con nula suerte. El argumento tampoco es innovador y obedece al estereotipo del género: dos parejas en medio de una ruta perdida de Estados Unidos tienen la mala suerte de quedarse sin nafta y encontrarse con un personaje extravagante que les cuenta una historia oscura. Los curiosos parten hacia el lugar de los hechos en una noche de lluvia bíblica, sólo para encontrarse con lo que todos sospechan: una versión hipersangrienta de "Los Locos Adams".