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 miércoles, 21 de julio de 2004

Rumbo a Atenas: La cordobesa Torres Alvarez, dentro de la ley
Dio positivo de un medicamento no prohibido

La atleta cordobesa Sandra Torres Alvarez, quien se vio involucrada en un caso de doping positivo por consumir un medicamento ginecológico, aseguró que "nunca" ingirió "nada prohibido" a sabiendas y que por eso irá "tranquila" a competir en los Juegos Olímpicos de Atenas.

En diálogo telefónico con Télam desde la localidad salteña de Cachi, donde se prepara para una competencia atlética, la maratonista puntualizó que "la Confederación Argentina de Atletismo y la Secretaría de Deporte se pusieron de acuerdo para realizarme otro control, pero simplemente para viajar con tranquilidad a Atenas".

La cordobesa, integrante de la delegación argentina que participará de los próximos Juegos Olímpicos, explicó que el conflicto surgió a partir de la ingesta de un remedio que le recetó su ginecóloga.

Luego de un estudio médico en el que se descubrió que la joven padece de menometrorragia, "una hemorragia abundante en el período menstrual", la profesional le recetó en febrero pasado un medicamento llamado Primolut-nor, de 5 miligramos, "que no figura entre los prohibidos en los listados de la Secretaría de Deporte".

"Por eso sostengo que acá hubo lo que podría llamarse un doping involuntario. El medicamento no está prohibido, pero al degradarse en el organismo produce una sustancia que sí lo está", precisó la oriunda de la localidad de Villa Giardino, quien ayer cumplió "diez años viviendo en la Capital Federal" junto a su pareja, Diego.

"Pero cuidado que esta medicación no me beneficia para la competencia, sino que por el contrario, me perjudica, ya que me hace sentir más pesada... pero la necesito", admitió.

Sobre las sospechas de algún trasfondo político que terminó poniendo ante la opinión pública "un tema que no tendría que haberse divulgado", Torres Alvarez, de 29 años (nació el 21 de diciembre de 1974), aclaró que "después de los Juegos Olímpicos" dará a conocer "todos los pormenores de esta situación".

La atleta estuvo enfrentada con una parte de la administración del secretario de Deporte dimitente, Roberto Perfumo, por lo que estima que un grupo residual de esos funcionarios habrían obrado ahora en su contra.

Y esto está relacionado con el hecho de que estos controles antidoping se le realizaron durante el maratón de Santa Rosa, La Pampa, que se desarrolló en abril pasado, cuando registró la marca indispensable para concurrir a los Juegos de Atenas.

"Pero eso también tuvo sus bemoles, porque la marca mía fue de 2 horas 40 minutos 23 segundos y la mínima exigida por el Comité Olímpico Internacional era de 2h 42m. Sin embargo en Argentina la habían bajado a 2h 39m. Por eso primero había quedado afuera. Pero después, cuando vieron que no clasificó ningún varón en esa especialidad, me incluyeron", destacó.

De esta manera la cordobesa será, por primera vez en la historia del atletismo nacional, la única mujer que competirá en maratón sin hombres a la vista. (Télam)

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La cordobesa afirmó que la medicación no la beneficia.

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