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 miércoles, 21 de julio de 2004

Efecto referendo. Mañana el presidente Mesa se reunirá con Kirchner en Tarija, capital de la región gasífera
Bolivia se compromete a quintuplicar el volumen de gas que vende a Argentina
Analizarán un proyecto binacional que buscará abastecer a al menos siete provincias argentinas

La Paz. — Los presidentes de Bolivia, Carlos Mesa, y de Argentina, Néstor Kirchner, acordarán la elevación de las exportaciones de gas boliviano, de cuatro a veinte millones de metros cúbicos diarios, y la construcción de una planta de gas licuado de petróleo, según fuentes oficiales en La Paz.

  Mesa y Kirchner se encontrarán mañana en la sureña ciudad de Tarija —en el corazón de la región gasífera—, cuatro días después de la celebración del referendo popular que dio un gran respaldo al mandatario boliviano, con un apoyo que orilla el 60%, para exportar e industrializar gas.

  Ambos mandatarios deberán analizar otro proyecto binacional que pretende unir las ricas reservas de gas en el sur boliviano con los mercados de al menos siete provincias argentinas, con una inversión global superior a 2.000 millones de dólares.

  Una delegación argentina, encabezada por su ministro de Planificación, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido, explicó durante una visita a Bolivia en marzo que el proyecto, denominado “Gasoducto Noreste Argentino”, demandaría la instalación de un conducto hasta el 2006 y aseguraría mercado para suministros de hasta 20 millones de metros cúbicos diarios de gas natural boliviano.

  Ayer, un día después de afirmar su deseo de exportar gas a Argentina y México, el presidente boliviano aseguró: “Con Argentina quiero tratar la posibilidad de una planta de gas licuado de petróleo en la frontera”.

  Mesa negó haber priorizado las exportaciones de gas apenas conocidos los resultados del referendo. Luego de calificar de “objetivo central” de su administración la industrialización de hidrocarburos en territorio boliviano, llamó a entender que “las dos cosas van de la mano”.

  Roberto Ruiz, dirigente cívico de Tarija, donde se emplazan los ricos yacimientos de gas del sur boliviano, pidió aprovechar la visita de Kirchner para negociar, ya que la oposición a las exportaciones de gas planteadas por movimientos del occidente andino desapareció tras el triunfo de las propuestas del mandatario en las urnas.



Convenio de emergencia



  En virtud a un convenio de alcance semestral, Bolivia exporta a Argentina desde junio pasado cuatro millones de metros cúbicos por día. Argentina enfrenta una crisis energética que también afectó a sus compradores, Chile y Uruguay. Argentina consume alrededor de 105 millones de m3 diarios de gas. Este enorme consumo, impulsado por el bajo precio del gas, provocó una caída de las reservas en los últimos años y la necesidad imperiosa de importar el combustible.

  La estrategia de Mesa para exportar gas incluye una probable asociación con Perú para aprovechar de manera conjunta el enorme mercado mexicano. Pero también serviría para que Bolivia utilice el gas para negociar con Chile una salida “libre, útil y soberana” al mar. Aunque Mesa pareció reconocer que Chile rechaza esa propuesta boliviana, que sectores de opinión resumieron en el lema “gas por mar”, y ayer declaró que la opción de salida de gas boliviano al océano Pacífico será por Perú.



Interés de México



  México expresó recientemente su interés por cubrir con gas de Bolivia y Perú una demanda de unos 20 millones de metros cúbicos diarios, hacia el año 2008, y una probable ampliación a 30 millones en el 2010.

  Los objetivos del gobierno, también alcanzan una prevista alianza estratégica con Brasil que, además de aumentar sus actuales exportaciones de gas natural, desde 21 millones a 30 millones de metros cúbicos diarios, prevé el impulso de un fronterizo polo petroquímico y energético binacional.

  El proyecto, apoyado con entusiasmo por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante una breve visita a Bolivia días antes del referendo, demandaría inversiones cercanas a 1.400 millones de dólares.

  En tanto, las empresas extranjeras que extraen gas natural en Bolivia enfrentarán mayores impuestos tras la victoria del gobierno en el referendo del domingo, pero la producción aún será financieramente viable, especialmente por el previsible incremento en las exportaciones, según analistas del sector. “Para los inversores, la aprobación debe ser vista como positiva, ya que un voto por el “No” habría significado poco apoyo a la política del gobierno para tratar de continuar usando el gas como una fuente clave para el crecimiento en la economía boliviana”, comentó el analista Frank McGann, de Merrill Lynch, en un comunicado.

  Las compañías que operan en Bolivia son Repsol-YPF, de España, la estatal Petrobras, de vecino Brasil, BG Group y British Petroleum, de Gran Bretaña, Total, de Francia y ExxonMobil, de Estados Unidos. (Reuters)

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