| miércoles, 21 de julio de 2004 | Fallo rosarino El 6 de noviembre de 2001, el juez Rodolfo Bruch, quien intervino en la demanda de autorización de interrupción de embarazo entablada por una mujer rosarina que esperaba un hijo con anencefalia, decidió que el caso no era justiciable y habilitó a los médicos que atendían a la joven a que indujeran el alumbramiento prematuro de la criatura. Sin embargo, la práctica médica no se llevó a cabo debido a que la joven decidió, siguiendo el consejo de sus familiares y de su asesor espiritual, seguir con el embarazo. "Esta autorización yo la quería antes", había comentado la mujer de 25 años al enterarse de la decisión judicial. "Ahora espero que este «sí» sea para otras mujeres. No para mí, porque yo decidí seguir con mi hijo. No me escucharon antes. No me dieron importancia. Ahora yo decidí seguir hasta el final", esgrimió la joven al explicar su determinación. enviar nota por e-mail | | |