| miércoles, 21 de julio de 2004 | Danza triste. El intérprete español tenía 67 años y desde hace tiempo luchaba contra el cáncer Murió Antonio Gades, el bailarín que le dio su esplendor al flamenco A sus grandes coreografías sobre el escenario les sumó la actividad en cine, en especial con el director Carlos Saura Fernando Toloza / La Capital El bailarín Antonio Gades murió ayer, a las 67 años, en Madrid a causa de un cáncer que padecía desde hace algunos años. Llevaba internado varias semanas en el hospital Marañón de la capital española y el domingo pasado sus familiares fueron advertidos de que el mal se acercaba a su etapa final. Gracias al talento de Gades, el baile flamenco alcanzó difusión mundial, tanto por sus presentaciones en vivo como por las películas musicales que realizó con el director Carlos Saura, entre ellas "Bodas de sangre" y "El amor brujo". El bailarín se presentó en algunas ocasiones en Rosario. La primera de ellas fue en agosto de 1966 en el teatro El Círculo con su propia compañía.
Nacido en noviembre de 1936, el verdadero nombre de Gades era Antonio Esteve Ródenas. Hijo de un albañil, trabajó desde los 11 años en los oficios más dispares, como botones, aprendiz en el diario ABC, trapecista, y vendedor de turrones. Por esa edad también descubrió su pasión por la danza. Fue fascinado por el baile cuando hacía de botones del estudio fotográfico al que acudían a retratarse las estrellas del flamenco. Allí decidió su destino de bailarín pero su familia, ignorante de la decisión, le consiguió un trabajo en la imprenta del diario ABC. Mientras sus padres festejaban, el niño Antonio lloraba, según escribió el director de ballet Alfredo Mañas, pero se afirmó en su decisión y al día siguiente se anotó en una escuela de baile.
Gades tomó sus primeras lecciones de baile con Manolo Vargas, primer bailarín de la compañía de Pilar López. Al entrar en ese elenco representó "El sombrero de tres picos", "El amor brujo" y "El concierto de Aranjuez", entre otras coreografías que lo llevaron por el mundo. Fue la propia López la que le recomendó que use Gades como apellido artístico y la que también lo respaldó en su labor como coreógrafo, que se inició con la obra "Ensueño".
A comienzos de los años sesenta participó como coreógrafo en Italia, para la Opera de Roma, el Festival de Spoletto y la Scala de Milán, donde bailó, dirigió y también rodó una película con Vittorio Gassman.
Gades llegó pro primera vez a Rosario ya con su propio ballet en agosto de 1966 para una serie de actuaciones en El Círculo. Como primera bailarina lo acompañaba Curra Jiménez, además de músicos y cantaores. El repertorio incluía "Ensueño", "Zapateado", "Don Juan", "Jota", "Rumba" y cerca de una decena más de coreografías, en la mayoría de las cuales Gades se lucía.
A comienzos de los años 70 triunfó en el teatro Odeón de París en compañía de la guitarra de Paco de Lucía. A mediados de esa década, Gades anunció que se retiraba, pero cambió su decisión para acompañar a la bailarina cubana Alicia Alonso. Y entre despedidas y regresos se mantuvo en las siguientes décadas su carrera.
Su larga y fructífera relación con el cine comenzó con la película "Los Tarantos" (1963), de Rovira Beleta, previo ballet de Alfredo Mañas. En 1965 llegó al Festival de Cannes con "El viento solano", una película de Mario Camus. Pero sin dudas es con Carlos Saura con quien el bailarín ha quedado asociado para siempre en la pantalla grande. La colaboración con el director de "Cría cuervos" comenzó en 1981 con "Bodas de sangre" y siguió con "Carmen" (1983) y "El amor brujo" (1985).
La segunda actuación de Gades en Rosario se concretó poco antes del estreno de la película "Bodas de sangre". El bailarín llegó con su compañía para actuar en el teatro La Comedia el 27 de febrero de 1981. El filme se estrenaría en España en marzo de ese mismo año.
Casado numerosas veces, entre ellas una con la cantante Marisol, Gades había celebrado recientemente su boda con su compañera de los últimos tiempos, Eugenia Eiriz, quien lo acompañó en los momentos finales junto a varias de las hijas del bailarín.
Conocido por sus fuertes convicciones políticas, Gades apoyó hasta su muerte el gobierno cubano de Fidel Castro. De su paso por la Argentina en los años 80 han quedado numerosas versiones de su apoyo a los nacientes movimientos de derechos humanos.
El escritor José Manuel Caballero Bonald, que trabajó con él en algunos ballets, escribió un texto especial para presentar a Gades en su primera visita a la Argentina. "No conozco ningún bailarín español que, como en el caso de Gades, haya sabido canalizar una más genuina expresión artística española con un más universal sentido estético del baile", escribió. Sus palabras, a pesar del tiempo, siguen vigentes y Gades aún conserva esa halo de bailarín único, de hombre ligado de manera indisoluble a su arte. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Gades conquistó desde los 60 al público mundial. | | |