| sábado, 17 de julio de 2004 | Desestiman la alusión a un secuestro Una comunicación y un incidente en la casa de un empresario pusieron en alerta a la Jefatura de Rosario Un llamado al conmutador de la Jefatura de Policía advirtiendo sobre la preparación del secuestro inminente de la esposa de un empresario. Y un incidente extraño en la casa de la familia que, según el llamado aquel, sería objeto del secuestro. La coincidencia de los hechos, producidos con diferencia de minutos, encendió una luz de alarma en la Jefatura de Rosario. Ocurrió anteayer al atardecer y, pese a lo confuso del hecho, la policía desestima que se haya tratado de un fallido intento de privación de libertad.
El jueves a las 19.40 una operadora de Jefatura recibió una comunicación anónima que advertía sobre el secuestro de la mujer de un industrial de su vivienda de la zona sur. El informante dio muestras de tener información sobre la familia y movimientos de la casa. Dijo que los secuestradores aprovecharían que el empresario estaba con su hija en el exterior, dio detalles de la seguridad interna y externa de la vivienda y señaló que los delincuentes estaban al tanto de tales medidas.
Minutos antes de ese llamado, se produjo un incidente extraño en la vivienda aludida de la zona sur. Ocurrió que un sujeto ingresó al jardín delantero de la casa y fue detectado por un empleado de vigilancia de 57 años. Al mismo tiempo, un perro de raza Ovejero Alemán lo advirtió y se arrojó sobre el intruso casi al mismo tiempo que llegaba el custodio para aprehenderlo.
Un puntazo Según fuentes policiales, el inesperado visitante reaccionó con agilidad: extrajo un arma blanca con la que le aplicó un puntazo al vigilador en la tetilla derecha y consiguió zafarse de la embestida del animal, dando un salto por encima de un tapial hacia una casa vecina que da a la calle, ubicada hacia el este.
De allí el individuo ganó la calle, donde abordó un Peugeot 405 blanco con vidrios polarizados estacionado. Según un testimonio al menos esperaban dos hombres en su interior. El auto desapareció. El custodio que resultó levemente herido describió a su atacante como un hombre joven, de un metro setenta de talla y morocho. Lo vio surgir desde atrás de un arbusto y no lo oyó pronunciar palabra.
Fuentes de Jefatura destacaron que, pese a la relación entre el llamado y el incidente, que tienen como denominador común las mismas víctimas, no es presumible que hubiera un intento de secuestro. "Por tres razones elementales. La primera es que no es en absoluto común que alguien intente sacar de su casa a la víctima de un secuestro. La segunda es que es insólito que un grupo con inteligencia previa, como sugirió el llamado, mande a una sola persona a penetrar una vivienda donde hay un perro guardián y un custodio. La tercera es que la mujer del empresario no estaba en casa", señaló la policía, que se inclina por definir el caso como un simple intento de robo. enviar nota por e-mail | | |