Ordenó desenterrar e incinerar a ejecutados

Augusto Pinochet ordenó desenterrar cuerpos de ejecutados políticos para hacerlos incinerar, en la llamada "Operación Retiro de Televisores", efectuada a inicios de 1979, según el diario La Nación, de Santiago. Un suboficial de inteligencia recibió en el Regimiento Húsares de Angol, provincia de Temuco, el criptograma categoría A-1, que indicaba "máxima urgencia". Al descifrarlo, concluyó que la orden provenía directamente del comandante en jefe del ejército, Augusto Pinochet. El mensaje ordenaba desenterrar todos los cuerpos de los prisioneros políticos ejecutados en la jurisdicción del regimiento y hacerlos desaparecer. En las localidades de Los Angeles y Linares 17 cuerpos exhumados fueron quemados en hornos y tambores dentro de los recintos militares. El matutino oficialista señala que el suboficial hizo las revelaciones al juez Juan Guzmán, quien lleva diversas causas sobre violaciones a los derechos humanos. Pinochet amenazó con pasar a retiro a cualquier comandante de regimiento si después de ordenada la "limpieza" en su jurisdicción se descubrían cuerpos de desaparecidos. El hallazgo en noviembre de 1978 de los cadáveres de 15 campesinos asesinados en el centro de Chile había alarmado al régimen, que decidió iniciar el operativo para eliminar restos de ejecutados.