| sábado, 17 de julio de 2004 | El FMI presionó por una mejor oferta a bonistas El gobierno no baja de una quita del 75% pero los acreedores insisten en que sea sólo de un 45% El FMI reactivó la presión para que la Argentina reestructure cuanto antes la deuda en mora de 100.000 millones de dólares, en medio de la ofensiva de los bonistas que proponen reducirla en un 45%, pese a que el gobierno mantiene contra viento y marea su decisión de recortarla un 75%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y los nucleamientos de acreedores renovaron su ofensiva para que el gobierno del presidente Néstor Kirchner vuelva a mejorar el ofrecimiento de reestructuración, como lo hizo este año, al incluir los intereses impagos desde 2001, cuando se declaró el mayor "default" de la historia.
"Una resolución de la deuda entre los acreedores y Argentina sería importante para que Argentina pueda regularizar sus relaciones con la comunidad internacional y dejar atrás esta parte de las dificultades", dijo Tom Dawson, vocero de la entidad.
El acuerdo con los bonistas es una de las condiciones esenciales puestas por el organismo multilateral para renovarle al país su respaldo, que consistió en refinanciarle deudas por 13.200 millones de dólares a tres años.
Detrás del FMI, se alinearon los restantes bancos de fomento, de manera que Kirchner obtuvo desde 2003 una refinanciación de la deuda multilateral por unos 21.000 millones de dólares.
Pero está en marcha la tercera revisión del acuerdo, sin haberse fijado aún fecha para emitir luz verde, lo cual fue aprovechado esta semana por el Comité Global de Tenedores de Bonos de Argentina, que dice representar a una mayoría de acreedores, para presentar una contraoferta.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, había anunciado que la quita sobre el capital se mantenía en 75%, pero produjo un acercamiento al decir que es factible reconocer entre 20.000 y 23.000 millones de dólares en intereses no cancelados.
En medio de la negociación que la Argentina mantiene con sus acreedores por la reestructuración de su deuda, y de la revisión que el Fondo tiene pendiente de aprobación del programa crediticio suscripto, resulta al menos sugerente que desde el propio organismo se emitan consejos para países endeudados que buscar refinanciar sus pasivos.
El vocero del Fondo, Thomas Dawson, señaló que "ciertamente una resolución del tema de la deuda entre los acreedores y Argentina sería importante para que Argentina pueda regularizar sus relaciones con la comunidad internacional y dejar esas dificultades".
El jueves en Nueva York el Comité Global de Tenedores de Bonos de Argentina ,Gcab, que dice representar a bonistas con tenencias por 37 mil millones de dólares, presentó una "alternativa" al plan argentino de reestructuración de deuda que contempla una quita máxima del 45 por ciento, en lugar del 75 de quita más el pago de intereses atrasados que ofrece el gobierno de Kirchner. enviar nota por e-mail | | |