Proyecto de cooperación con la FAO

El Inta estimó los costos de la segregación de granos

Según las distintas situaciones, la diferencia podría ser de hasta 14 dólares por tonelada

En el marco de un Proyecto de Cooperación Técnica de la FAO con la Sagpya, el Instituto de Economía y Sociología (IES) del Inta, estimó los costos incrementales de segregación de granos no-OVM (libres de organismos vivos modificados, de acuerdo a la terminología adoptada por el Protocolo de Cartagena) para soja y maíz, a lo largo de toda la cadena de valor, desde la provisión de insumos hasta las terminales portuarias.

Se analizaron los costos de segregación en 3 zonas geográficas, con 2 umbrales de tolerancia (5% y 0,9%) y 3 niveles tecnológicos de productores: bajo, medio y alto. Los resultados, ponderando las alternativas analizadas, varían para maíz entre U$S 2,8 por tonelada para el umbral de 5% y 7.8 U$S/t para el de 0.9%. En soja se estimó en 8 U$S/t para el umbral de 5% y en 13.9 U$S/t para el de 0,9%.

Sin embargo, para un mismo grano, zona y umbral de tolerancia, existen diferencias importantes entre los costos incrementales por toneladas que deberían afrontar los productores de distintos niveles tecnológicos. Estas resultarán claves a la hora de definir la producción potencial de Argentina de granos segregados.

Como ejemplo, en soja de primera, en el sur de Santa Fe y para el umbral más estricto (0.9%), los productores de punta (nivel tecnológico alto) verían incrementados sus costos (desde la siembra hasta la terminal portuaria) en 14.2 U$S/t, mientras que los de nivel tecnológico bajo, en esa misma zona, deberían afrontar un costo adicional de 17.1 U$S/t.

Los modelos utilizados por el Inta comparan los costos de producción, para los tres niveles tecnológicos, entre granos segregados y sin segregar. En el caso del maíz, los modelos con y sin segregación seleccionados, corresponden a maíz no-OVM; mientras que en soja, se ha comparado la producción sin segregar de soja OVM con la producción segregada de soja no-OVM.

Sobre la base de información regional registrada en el estudio del perfil tecnológico del productor agropecuario argentino, se construyeron modelos productivos representativos de las prácticas más difundidas, por nivel tecnológico y por zona, las cuales difieren en uno o varios de los rubros componentes de los costos de producción. Los costos adicionales generados por el proceso de segregación, difieren de acuerdo a cada umbral de tolerancia de OVM considerado (5% y 0.9%), e incluyen limpieza de maquinaria y equipos, costo de semilla certificada, prevención de la contaminación por polinización cruzada en el caso del maíz, purgado de las cosechadoras y descarte, acopio en chacra, transporte, análisis y certificación y riesgos de rechazo de la mercadería.

Según el Inta, "la existencia de primas de precios superiores a los costos inc rementales estimados, no representa una garantía de generación de oferta de granos segregados, dado que existen otras variables que pueden incidir significativamente en la decisión de segregar, especialmente los costos de transacción asociados con la transición a una nueva función de producción".

Por otra parte, factores tales como la actitud ante el riesgo, "afectan necesariamente la respuesta de los agentes económicos a las señales" del mercado. "Estos costos son muy difíciles de computar, dada la enorme variabilidad de situaciones individuales y escenarios sectoriales que deberían contemplarse", aclara el estudio.

Además, en el estudio "se ha formulado el supuesto de que la transmisión de las primas de precio es plena desde el exportador hasta el productor, situación idealizada que implica la no apropiación de rentas por ningún agente de la cadena".

Segregar transgénicos y convencionales traerá un sobrecosto a toda la cadena.