Desaparecidos. Exhorto por Carlos Landoni, ex jefe del Batallón 121

Plan Cóndor: la Justicia ordenó la detención de un ex militar rosarino

Digerónimo recibió el pedido de Urso, su par porteño, e instruyó a la Policía Federal para dar con el coronel (R)

Javier Felcaro / La Capital

El juez federal de Rosario Omar Digerónimo ordenó anoche la detención del coronel (R) Carlos Landoni -ex jefe del Batallón 121- tras recibir un exhorto de su par porteño Jorge Urso. La medida forma parte de la investigación del Plan Cóndor, que coordinó la represión ilegal de los 70 en el Cono Sur.

Landoni, quien vive en Viamonte al 1100, había sido escrachado el 31 de mayo de 2000 por la agrupación Hijos. Se lo apuntó como "responsable directo del centro clandestino de detención que funcionó en el batallón" que dirigió desde enero de 1977 hasta el mismo mes del 79.

Además, el coronel (R) fue acusado de "cómplice de desapariciones, torturas y robos de menores registrados en dicho período, para después ser beneficiado con la ley de punto final".

A horas del escrache, que se desarrolló con una fuerte custodia policial y concluyó con varias bombas de pinturas impactando en la vivienda (hoy aún visibles), el sindicado represor se había disculpado ante sus vecinos por la manifestación.

El acto de repudio fue parte de una jornada simultánea de escrache en todas las regionales de Hijos del país y de Uruguay, Chile, España, Francia y Suecia con el fin de denunciar la vigencia del Plan Cóndor en Latinoamérica.

Digerónimo recibió al caer la tarde de ayer el exhorto de su colega porteño, quien instruye la causa por la que el lunes se entregó el general (R) Albano Harguindeguy, ex ministro del Interior en la última dictadura militar. Luego libró un oficio a la delegación de la Policía Federal.

Al cierre de esta edición, cuatro ex militares (entre ellos Landoni) permanecían prófugos. Los otros ocho que se entregaron cumplen prisión domiciliaria por tener más de 70 años.

Fuentes judiciales consultadas por La Capital estimaron que el coronel (R) terminaría poniéndose a disposición de los Tribunales Federales, tal como lo hicieron en su oportunidad los represores detenidos por la investigación de las causas Quinta de Funes y Fábrica de Armas Domingo Matheu.

Ninguno de los capturados quiso declarar ante Urso, quien les imputa ser partícipes en los crímenes perpetrados en el marco del Plan Cóndor. Junto al de Harguindeguy, el juez dispuso el arresto del general (R) Ramón Díaz Bessone, ex ministro de Planificación de la dictadura y hasta hace poco jefe del Círculo Militar.

Urso comenzará a indagar el viernes a otros imputados: Jorge Rafael Videla, los ex generales Carlos Suárez Mason, Cristino Nicolaides y Luciano Benjamín Menéndez, además del ex gobernador de Tucumán Antonio Domingo Bussi.


Cámara revuelta
Paralelamente, dos jueces de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, Carlos Carrillo y Liliana Arribillaga, se excusaron de resolver los pedidos de excarcelación de los represores arrestados por las causas que instruye Digerónimo.

Carrillo y Arribillaga se desempeñaron como magistrado y fiscal de primera instancia, respectivamente, en el marco de los denominados Juicios por la Verdad. Además, otro integrante del cuerpo, Jaime Belfer, ya hizo reserva para actuar de igual modo cuando lo considere conveniente. A mediados de la década del 80 había votado como camarista la constitucionalidad de las leyes de impunidad.

La Cámara también está integrada por Hugo del Pozo y Edgardo Bello. Y ya habilitó feria para definir la situación, tarea que será compleja. Hay dos caminos paralelos: integrar la sala con los abogados que figuran en la lista de conjueces o con el resto de los magistrados de la sección judicial (Rosario y San Nicolás).

Digerónimo está exento de esta responsabilidad, y lo mismo ocurriría con su secretario, Guillermo Toledo, cuyo pliego de camarista fue aprobado el jueves pasado por el Senado nacional.

En el 2000, Hijos había escrachado a Carlos Landoni en su casa de Viamonte al 1100.