| miércoles, 14 de julio de 2004 | El vecino "Acá hay una oscuridad total y con el frío que hizo anoche estábamos todos adentro. Disparos no escuché, sólo a la mujer que pedía a los gritos que la ayudaran, que habían matado a su marido", contó Reyes, un hombre que vive en la misma cuadra donde ocurrió el crimen y que, casi por una cuestión de cortesía más que de desconfianza, se identificó con el apellido. En ese sector de la ciudad, el más humilde de Empalme Graneros, el vecino dice que "de noche la única luz que hay es la de los foquitos de las casas" y aclaró que "por más que uno vea a alguien caminando por ahí, sólo divisa bultos". Finalmente, Reyes recordó a Silva: "Siempre lo veía ir y venir con el carro tirado por el caballo. Esto me sorprendió, nunca escuché que estuviera metido en algo malo". enviar nota por e-mail | | |