De la conquista del general Roca al imperio italiano

Los indigenistas cuestionan al Estado argentino, que otorgó cientos de miles de hectáreas a empresas y particulares

En 1879, los mapuches fueron desalojados de sus tierras al ser empujados y diezmados por las tropas del general Julio Argentino Roca, como conclusión de la llamada "campaña del Desierto". Mauro Millán, dirigente de la agrupación mapuche-tehuelche 11 de Octubre afirma que algunos grupos indígenas formaron las primeras comunidades y recibieron porciones de tierra, "pero nunca tuvieron la posesión definitiva".

En tanto, el Estado argentino donó campos para devolver la inversión de los hacendados en la marcha de los militares. Millán señala que "en 1920, con la inmigración europea, se otorgaron tierras con título de propiedad y en 1937 se hizo un desalojo masivo de las comunidades, que luego se fue perpetuando en el tiempo".

La Compañía Tierras del Sud Argentino, de acuerdo a sus propios documentos, recibió 900 mil hectáreas por parte del presidente José Evaristo Uriburu.

En 1898 recibieron los títulos de propiedad pero, según el abogado indigenista Gustavo Macayo, las tierras del imperio textil que encabezan Carlo y Luciano Benetton no han sido mensuradas, por lo que se desconocen sus exactas dimensiones.

Mientras Millán dice que el Estado mapuche es anterior al argentino -que "con sus leyes justificó despojos y saqueos"-, la Compañía de Tierras calificó de "ocupante ilegal" a una familia mapuche y aseguró contar con "títulos perfectos" sobre esas tierras.

"Pretenden contarnos nuestra historia desde su punto de vista", observa Gustavo Macayo. La ironía más notable de esa versión es que los descendientes de los habitantes originarios de la Patagonia sean tratados de "intrusos".


Atilio y Rosa
El 23 de agosto de 2003, la familia de Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nahuelquir ingresó en un campo conocido como Santa Rosa, ubicado sobre la ruta nacional 40, cerca del paraje Leleque. Curiñanco trabaja en el frigorífico Esquel, mientras Rúa Nahuelquir quedó desempleada en febrero, cuando cerró la fábrica textil en que estaba empleada.

El predio se hallaba abandonado y antes de ocuparlo, los Curiñanco hicieron una presentación ante la policía de Esquel y el Instituto Autárquico de Colonización de Chubut, a fin de dejar constancia de sus actos. Levantaron una casa y sembraron, pero el 31 de agosto la policía de El Maitén se presentó para advertirles que debían abandonar el lugar, porque el administrador de la estancia había denunciado la usurpación.

Los Curiñanco fueron expulsados por la policía y en junio, un juez de Chubut reconoció al grupo Benetton como propietario de los terrenos.