| domingo, 11 de julio de 2004 | Educación sexual: De abusos y silencios Marcela Isaías / La Capital Cuando hace unas semanas corrió por los medios periodísticos la noticia sobre la acusación a una maestra jardinera por abusar de sus alumnos pequeños, inmediatamente ganó las conversaciones entre los padres la pregunta sobre cómo advertir si un niño o niña es abusado por un adulto. Pero, a decir verdad, también quedó en claro que la educación sexual es todavía una materia pendiente en las aulas y en las familias.
Viviana Della Siega es una especialista en educación desde la perspectiva de género que ejerce tanto en la Defensoría del Pueblo de Santa Fe como en el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo. Ella se inclina por advertir, en primer lugar, que "no hay que tener miedo, sino prevenir y para ello lo mejor es estar informados". La recomendación de la educadora corre para todos, en especial para los padres, por la obligación de enseñar "a sus hijos a cuidar su cuerpo, a conocerlo, a hacerse respetar y sobre todo a que nadie puede obligarlo a hacer cosas que el niño o la niña no quieran".
Y en esto no hay edades: "La sexualidad atraviesa la vida de una persona durante toda su vida", dice para explicar por qué es preciso que desde muy temprano los chicos reciban educación sobre su cuerpo y sus derechos. Para ser ilustrativa aporta un dato tomado de las estadísticas : los niños y niñas que más información reciben y comprenden son los que más tarde se inician en las prácticas sexuales.
Claro que para que este trabajo de educar en un tema tabú y rodeado de mitos y prejuicios sea completo es clave el rol que cumpla la escuela. Sin embargo, Viviana Della Siega apunta que aún hay bastante por hacer en este campo. "Es verdad que son muchas las escuelas que incluyen la educación sexual en sus aulas, pero también son muchísimas las que no lo hacen. Lo cual es preocupante porque hay una ley (la Nº 10.497) y una resolución del Ministerio de Educación santafesino (la Nº 847) que establecen claramente que la educación sexual es obligatoria desde el nivel inicial".
Por eso, la especialista asegura no comprender "cómo no se toma este tema con la fuerza que establece la ley". Porque no se trata de una cuestión optativa. Sin embargo, recuerda que en algunas escuelas religiosas "hubo maestras sumariadas por dar clases de educación sexual". También que la capacitación de los maestros, más que ser una prioridad del Estado, depende de las posibilidades y voluntad de cada uno.
Por lo visto, no se trata de una cuestión caprichosa sino de vida, que se vincula con los mismos derechos del niño. "Si hay un salto importante que estableció la Convención Internacional de los Derechos del Niño es haber entendidos a los chicos como sujetos de derechos", recuerda Della Siega.
La educadora no cree que los casos de maestros abusadores sean habituales; estos hechos se dan más entre las personas allegadas al niño. Por eso recomienda a los padres, como una manera de advertir abusos en los más pequeños, que estén atentos a los cambios de conducta. "Por ejemplo, cuando un niño llora permanentemente sin explicación, si se resiste a estar con alguien o ir a determinado lugar".
Y vuelve sobre una idea que considera central: "Brindar información, educar para prevenir, porque el miedo paraliza y no ayuda".
Además, Della Siega agrega que en educación sexual es preciso considerar una visión de género, "que permita trabajar sobre los mitos que causan, entre otros males, discriminaciones ente los niños y las niñas". enviar nota por e-mail | | |