| domingo, 11 de julio de 2004 | Comercio. El viaje al exótico país asiático abrió un abanico de oportunidades para establecer lazos comerciales Los negocios después de China Los empresarios de la región catalogaron a la misión como positiva, aunque consideran que los resultados llegarán a futuro Patricia Martino / La Capital Un viejo proverbio chino dice: "No hay que dejar escapar una oportunidad, nunca va a presentarse otra vez". El viaje de funcionarios nacionales, provinciales y empresarios argentinos a China abrió una nueva oportunidad para comercializar commodities, productos, insumos y servicios a un mercado de más de 1.300 millones de habitantes. Eso sí, como dice otro viejo proverbio chino: "El primer paso cuesta". Es decir, establecer un lazo comercial lleva su tiempo, más aun con una cultura milenaria como la china muy diferente a la argentina.
La misión comercial oficial que visitó este exótico país se trasformó en la carta de presentación de la Argentina y demostró que el empresariado local está en condiciones de ofrecer productos a este gigantesco mercado que día a día incrementa notablemente su consumo.
Los empresarios de la región que participaron de la comitiva oficial que llegó al continente asiático en busca de negocios se mostraron conformes con los resultados del viaje. La mayoría de las compañías consultadas por La Capital lograron contactos con importantes empresas chinas y establecieron vínculos para negociar a futuro, aunque sólo muy pocas empresas llegaron a concretar compromisos de venta. Para muchos se trata sólo del comienzo de un largo camino.
Un paso importante para el perfil económico de Santa Fe fue la apertura de una consejería agrícola en la embajada en Beijing, que ayudará a remover obstáculos en el comercio bilateral como los que aparecieron con los barcos de soja provenientes de la Argentina.
En esa línea, la Bolsa de Comercio de Rosario propuso la instalación de una oficina que represente a la región Centro en China e impulse los negocios entre ambos países. Desde la institución bursátil, el principal interés del viaje estuvo puesto en venderle al principal comprador de soja del mundo, el contrato de soja sudamericana que el Mercado a Término (Rofex) está diseñando junto a la Bolsa de San Pablo. Y lo logró.
Además de la solidez de la propuesta avalada por instituciones de peso de Brasil y Argentina, el proyecto de un mercado de futuros de soja de alcance sudamericano les interesó a los chinos por la necesidad de tener un nivel de estabilidad y reaseguro para el corto plazo en los precios de sus importaciones de soja.
El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Federico Boglione, y el vicepresidente del Mercado a Término, Jorge Weskamp, anunciaron luego de su regreso que China emplearía el índice referenciado entre Paranaguá (Brasil) y Rosario, que saldrá en 4 o 5 meses, para realizar sus exportaciones de soja a futuro.
Weskamp destacó que se trata una herramienta más adecuada para operar que lo que representa Chicago. "Este es un instrumento que refleja con claridad nuestro producto. Los precios que se conocerán en el exterior estarán generados localmente en lugar de una referencia externa como la utilizada actualmente", precisó.
Respecto a la apertura de una oficina en Shangai, Boglione indicó que es para ser más "incisivos" en las negociaciones porque las representaciones del gobierno no alcanzan. "A los chinos hay que estarles encima", subrayó.
Contacto directo En otro orden, Agricultores Federados Argentinos (AFA) también llegó con algunas novedades bajo el brazo. El viaje les dejó la oportunidad de comerciar en forma directa en lugar de realizar los negocios a través de traders internacionales. "Con esto logramos beneficios para ambos países", destacó Omar Romano.
Asimismo, AFA logró contactos comerciales para la venta de productos y subproductos y para la compra de agroquímicos. Por otra parte, Romano remarcó como un punto interesante del viaje los contactos que se establecieron con las mismas empresas nacionales que participaron de la comitiva.
"Este viaje fue importante para relacionarse con otras empresas locales, tener un contacto directo con las autoridades nacionales e intercambiar opiniones sobre temas de fondo, además de conocer la realidad china y establecer negocios con empresas de ese país asiático", explicó Romano, quien también mencionó que no es fácil hacer negocios de un día para el otro.
"Esto tarda tiempo, lo concreto es que somos un país con ventajas comparativas muy grandes, tenemos poca gente y estamos en condiciones de producir para el mercado exterior", subrayó.
En cuanto a los problemas que pueden presentarse por una gran demanda, el directivo advirtió que China no pretende relacionarse con un sólo proveedor, sino con muchos, por lo tanto los posibles problemas de escala no serían una limitación para Argentina.
AFA sí se mostró preocupada por las restricciones impuestas a los granos vegetales y los controles de calidad en China, aunque sospecha que puede ser una maniobra de algunas empresas para no continuar con operaciones previstas.
El lugar de la siembra directa Una interesante oportunidad para insertarse en el mercado chino es la de Aapresid. En este país asiático existe un potencial muy grande para el desarrollo de la siembra directa, sobre todo en el norte y oeste donde se encuentran las regiones más extensivas y los problemas de desfertilización son bastante pronunciados. El laboreo intensivo en zonas áridas sin prácticas de conservación, la falta de agua, la escasez de riego y que las mejores zonas estén ocupadas por infraestructura como caminos, edificios o industrias presentan un escenario complejo para la producción agrícola china. Además de la creciente demanda de agua por los procesos industriales que quitan aun más el mineral al riego.
Jorge Romagnoli, de Aapresid, contó a La Capital que la institución mantuvo reuniones con interesados en adquirir el know how argentino. El Instituto del Fósforo y la Potasa y un equipo abocado al estudio del suelo de la Academia de Ciencias Agrícolas de China se mostraron más que interesados en el sistema promovido por Aapresid. Además, la Secretaría de Agricultura de la Nación firmó un convenio para transferencia de tecnología con su par china, donde se incluye a la siembra directa.
El representante de Aapresid destacó el interés de China en aprender nuevos conocimientos y adquirir el know how argentino. "Tuvimos algunas reuniones e iniciamos contactos para acciones futuras, sus tiempos no son los nuestros pero los vimos muy dispuestos", señaló .
"China es un mundo de oportunidades, debemos aprovecharlas preparandonos y asumiendo las responsabilidades que corresponden para poder tener éxito en toda el Asia Pacífico, que será el gran demandante en los próximo años", destacó el directivo.
Un enfoque distinto fue el de Acindar, la fábrica de acero con sede en Villa Constitución llegó a China para acompañar al gobierno en la misión y para conocer más de cerca la realidad de un país tan distante y diferente en su cultura y costumbres como este, más que para establecer contactos comerciales.
Gustavo Pitaluga, de Acindar, señaló que se realizó un análisis sobre el mercado chino y sus potencialidades con la intención de determinar cómo puede influir en el contexto internacional a futuro. "Hace dos años había una superproducción mundial de acero que tiraba los precios abajo, ahora con la incorporación del consumo chino el escenario se modificó", advirtió.
"Arturo Acevedo (quien viajó por la compañía) quedó impactado por el crecimiento de China y por su monstruoso potencial", precisó Pitaluga, quien aclaró que Acindar se relacionó comercialmente con China en otras oportunidades pero ahora la producción de la compañía es absorbida en su mayor parte por la demanda local. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |