| domingo, 11 de julio de 2004 | Destrozos en El Círculo Al terminar el acto realizado en el teatro El Círculo, el presidente Kirchner bajó del escenario a la platea. Esta actitud irresponsable bastó para que la exaltada concurrencia se abalanzara sobre él empujando y pisoteando las centenarias e invalorables butacas del teatro. Como resultado, muchas de esas butacas quedaron destruidas, varias de ellas en forma irreparable. Es sabido que a este gobierno, entre otras cosas, no le interesa la cultura, según dijo textualmente el secretario de Cultura de la Nación, que no obstante sigue en su cargo y cobrando puntualmente su sueldo. Pero que en un acto encabezado por el propio presidente se descuidara y agrediera de esa manera el patrimonio cultural, resultaba inimaginable. Lo justo sería que Kirchner, que vino a Rosario a informar sobre la entrega de subsidios varios, destinase otro subsidio a reparar los cuantiosos daños que sufrió El Círculo. Y más justo aún sería que, como principal causante de esos destrozos, los pagase de su propio bolsillo. Pero no nos hagamos ninguna ilusión al respecto.
Roque A. Sanguinetti
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