| miércoles, 30 de junio de 2004 | Canchereada Emiliano Tempestini fue la primera persona que vio a María después de que el ladrón se fuera de la casa de Maipú al 3300 con las llaves de la vivienda en sus manos. El muchacho fue testigo involuntario de la audacia del ladrón que, canchero, dialogó con un vecino que creyó reconocerlo. "¿Flaco, vos no trabajás en una inmobiliaria?", preguntó el habitante de un inmueble de la vereda de enfrente. El ladrón no se inmutó. "Sí, pero ahora me dedico a hacer machimbres", respondió. enviar nota por e-mail | | |