| | miércoles, 30 de junio de 2004 |
 | -Habrá leído en algunos medios, Candi, que hasta el propio presidente y la primera dama han sido denunciados por enriquecimiento ilícito. La noticia dice que la presentación la hizo un abogado, de apellido Iglesias, en el juzgado de Juan José Galeano. El profesional apunta a que se establezca el origen de los bienes que el denunciante adjudica al matrimonio presidencial: un departamento de 392 metros cuadrados en la zona norte de Buenos Aires, una casa en El Calafate de 520 metros cuadrados, un terreno en la misma ciudad por 2.100 metros cuadrados, un plazo fijo por 4.387.874 dólares y ocho plazos fijos por 1.535.831 pesos. Pero el abogado va más allá y refiere también a los fondos de la provincia de Santa Cruz depositados en el exterior y una supuesta operación de envío de dinero a Cuba en 1994. Todo esto se enmarca en un clima muy raro que vive el país y que preocupa.
-A propósito de Cuba, Inocencio, ha trascendido en las últimas horas que la legisladora norteamericana Ileana Ros-Lehtinen, republicana por el estado de Florida, pidió una investigación sobre una maniobra cubana en materia de divisas. La legisladora declaró en estos días: "Le envié una carta al congresista Michael G. Oxley, presidente del Comité de Servicios Financieros de la cámara, pidiendo una investigación formal sobre esta maniobra de Cuba que de una manera ilegal ha usado la Reserva Federal de los Estados Unidos para lavar tres mil novecientos millones de dólares". Según Ros-Lehtinen, el gobierno cubano utilizó un programa de reposición de billetes deteriorados de dólares, a través de un banco suizo, para colocar esa cantidad de dinero en cuentas bancarias cubanas "cuyos titulares se desconocen". Al fin parece que en todos lados se cuecen habas.
-Entre las cuentas cubanas ¿no habrá dinero de algunos argentinos?
-No lo sé, pero volviendo al tema de la denuncia contra el presidente por un supuesto enriquecimiento ilícito, coincido con usted en que esto forma parte de un clima enrarecido en el que se sumerge el país ¿Se acuerda Inocencio cuando hace unos meses atrás yo le decía que había una fractura entre Kirchner y Duhalde y que antes de fin de año el país podría vivir horas de tensión? Lamentablemente el tiempo y los sucesos nos dieron la razón y es de esperar que esta escena preocupante no prosiga. Pues bien yo agregaría ahora que el gobierno hoy, innecesariamente, se ha ganado más enemigos e incluso del ala progresista y se generan situaciones comprometedoras y violentas.
-Es lamentable, porque en estas condiciones ningún inversor extranjero querrá poner un pie en Argentina y aquellos argentinos en condiciones de invertir seguirán llevando su dinero afuera, como hasta ahora. El resultado: un país que no podrá crecer.
-Por de pronto los muchachos de Washington ya están enviando señales. "Estamos muy preocupados", dijo anteayer a un medio argentino un alto funcionario del Departamento de Estado durante un almuerzo con un pequeño grupo de periodistas latinoamericanos. Durante la reunión el funcionario revisó una serie de hechos ocurridos en los últimos días y protagonizados por piqueteros.
-¡Se preocupan eh! ¿Pero no colaboraron ellos de algún modo a generar este clima? Un dato que no ha trascendido y que parece tener bastante certeza es que la Jefatura de la Policía Federal envió hace unas horas a todas las comisarías de la Capital Federal un fax en donde se alerta sobre posible tomas de destacamentos policiales por parte de organizaciones piqueteras u otras organizaciones.
-Bueno, el mismo jefe piquetero D'Elía, aliado con el gobierno, tomó la comisaría de la Boca indignado por la muerte de Cisneros.
-Y Hebe de Bonafini justificó la acción. Y no sólo que la justificó, sino que convalidó la toma de otros puestos policiales si llegara a ser necesario. Ahora Luis D'Elía y los suyos, junto con los sectores más duros, la CTA y Hebe de Bonafini, impulsan un nuevo plan de lucha, con paro y movilización incluida. Esto no hará más que complicar al gobierno que dice (dice) que no convalida estos métodos de protesta ¡Menos mal que son aliados! ¿No pasará por algunas mentes la idea de una revolución? Dijo el gaucho: ¡hasta dónde hemos llegau canejo!
Candi II
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La Ciudad
