 | viernes, 25 de junio de 2004 | Punto de vista: Debería haber nacido negro José L. Cavazza / La Capital Michael Moore tiene la piel rosada, usa vaqueros y camisas grandes. Fácilmente se lo podría confundir con un ciudadano medio del oeste norteamericano. De aquellos que votan por el Partido Republicano, asan salchichas en los jardines de sus casas los domingos al mediodía después de salir del templo evangélico y batean con sus hijos rechonchos después del almuerzo. Pero seguramente al bueno de Moore no le gustaría escuchar tamaña comparación. Se sentiría más a gusto como un pantera negra de fines de los 60 o un músico de free jazz. Lo cierto es que nadie elige el color de su piel ni el tiempo en donde vivir. Moore no fue testigo directo del revolucionario "Love Supreme" ni compartió un trago con Malcolm X, pero es el responsable de poner verde la blanca piel del partido oficialista. Estrena hoy en los cines de Estados Unidos y a escasos meses de las elecciones presidenciales, "Fahrenheit 9/11", el documental que relaciona al presidente George W. Bush y a su familia con la familia Bin Laden. Así, los bisnietos del coronel William Simmons ya le pusieron precio a su gran cabeza y se esperan fogatas y capuchas blancas puntiagudas frente a los cines. Esa misma cabezota hace tres años era apenas reconocida. Una especie de periodista zumbón y humorista que se había dado a conocer el día en que tomó una cámara e hizo un documental sobre cómo la General Motors dejó a un pueblo de Michigan sin trabajo. La película -"Roger y yo"- (se pasó en el cable en Argentina) comenzó a perseguir, al mismo tiempo, a empresarios poco escrupulosos y a los dorados Oscar. Después fundó una productora que llamativamente lleva el mismo nombre de un disco de Joni Mitchell, "Dog eat Dog"; empezó a escribir de las injusticias del sistema, generando simpatías y odios en el país del norte. En los 90, desde la tele Moore empezó a poner frenético a Charlton Heston; disfrazó a un señor de Hitler y lo hizo recorrer bancos suizos en busca de depósitos nazis; con un documental acusó al gerente de Nike de explotación de menores en sus fábricas asiáticas y luego llegó "Bowling for Columbine" y las historias que todos conocemos. Sí, es cierto, en un país como Estados Unidos Moore tendría que haber nacido negro. enviar nota por e-mail | | |