Adaptación del bebé al jardín

Consejos de una psicóloga antes del ingreso. Rol de padres y maestros

Muchas mujeres son trabajadoras y madres al mismo tiempo. Esta situación plantea una dificultad para aquellas que no cuentan con alguien que cuide al bebé y necesitan dejarlo en el jardín maternal. Frente a esta circunstancia, la separación del pequeño de la madre no es una situación sencilla para ambos y puede generar desde inquietud a culpa. Para evitar que esto se transforme en un verdadero problema, la psicóloga Beatriz Salto brindó a La Capital algunos consejos para padres con el fin de lograr una buena integración del bebé a su nueva realidad. Basándose en la obra de la psicoanalista Francoise Dolto, Salto propone que -previo al ingreso- los padres junto con su hijo entren en contacto con las maestras a la manera de ir de visita a casa de amigos. También sugiere que el personal del instituto hable al pequeño acerca de su familia y que el bebé concurra acompañado de objetos o juguetes asociados al espacio de su hogar, entre otras recomendaciones.

Dolto, máximo referente del psicoanálisis de la primera infancia, halló en sus observaciones clínicas recursos útiles para mejorar la relación de los niños con los maestros. Se interesó en el nivel inicial, porque opinaba que los primeros años de vida son fundamentales, ya que es cuando se estructura la personalidad.


Seguridad de base
En los primeros meses de vida el bebé comienza a forjar una seguridad de base que proviene de la conexión del recién nacido con su madre, vinculada no sólo a la satisfacción de las necesidades físicas, sino fundamentalmente a una buena comunicación.

Para evitar que el pequeño viva la adaptación al jardín maternal como una ruptura de esa seguridad de base, los padres pueden junto al bebé -previo al ingreso al jardín- tomar contacto con el nuevo lugar, con otros padres y el personal. "Durante esos encuentros los padres podrán expresar sus dificultades mientras el bebé comenzará a integrar las nuevas referencias. De lo que se trata es de habilitar junto a los padres este nuevo espacio donde el bebé quedará solo", especificó la profesional.

En general el bebé queda excluido de la conversación, en cambio Dolto recomienda que se le asigne el lugar de un interlocutor privilegiado, ya que si bien no capta el lenguaje gramatical, percibe la inclusión en el diálogo. "Dolto propone que se le explique al pequeño la experiencia que va a vivir, qué es lo que va a dejar y qué va a encontrar y porqué", explicó Salto.


Olor a mamá
Otro de los consejos de Salto refiere a que los objetos que tienen el olor de la madre acompañen al bebé en el jardín. "En términos de Dolto estos son objetos mamaizados", acotó la profesional.

Recomienda también que cuando la madre busca al bebé en el jardín no entre en contacto corporal inmediato con el mismo, ya que el recién nacido percibe las horas en las que estuvo alejado como si fueran varios días, por lo tanto necesita un tiempo para volver a reconocer a su madre. En ese tiempo, el pequeño pierde las referencias auditivas y olfativas. "Sería bueno que cuando la mamá lo busca medie la palabra antes del contacto. Si el contacto es un cuerpo a cuerpo inmediato es probable que el bebé se asuste", aconsejó Salto.

Para la psicóloga todo esto es posible si se logra una buena comunicación entre los responsables de la institución y los padres. "El jardín maternal es un lugar privilegiado porque está relacionado con los primeros encuentros de socialización, momentos que van a dejar en nosotros marcas significativas a lo largo de la vida", opinó finalmente Salto.

La separación del pequeño puede generar desde inquietud a culpa.