Los xeneizes mostraron tranquilidad y optimismo

El plantel de Boca Juniors exhibió ayer tranquilidad y optimismo en la última práctica que realizó antes del choque de hoy por la noche ante el Once Caldas, por la primera final de la Copa Libertadores de América, que se jugará en la Bombonera.

El conjunto dirigido por Carlos Bianchi se entrenó en el complejo de Casa Amarilla y tras una fuerte entrada en calor los jugadores realizaron un partido de fútbol informal.

En ese encuentro, típico antes de un partido, los delanteros Guillermo Barros Schelotto y Carlos Tevez fueron los arqueros, en tanto Roberto Abbondanzieri y Wilfredo Caballero actuaron en la línea de ataque, aunque ninguno de ellos convirtió un gol.

Todos los jugadores concentrados, más los reservistas, practicaron sin problemas y se notó un clima de tranquilidad y optimismo de cara al trascendental choque ante el conjunto colombiano.

Al término del ensayo los jugadores se fueron caminando hacia La Bombonera para utilizar los vestuarios y luego de ducharse se dirigieron a la concentración, ubicada en el hotel Intercontinental.

El mediocampista Javier Villarreal dijo que el Once Caldas "es un equipo que llegó por méritos propios y Boca lo va a respetar".

"También vamos a respetar nuestro estilo, y en nuestra cancha vamos a hacer pesar la localía, jugando de manera inteligente", acotó.

"Sabemos que va a ser un partido complicado, pero Boca ya jugó muchas finales y sabrá cómo resolverlo", añadió.

El futbolista cordobés fue el único que dialogó con la prensa, ya que la mayoría prefirió el silencio, y el propio Bianchi, tras saludar a los periodistas dijo que recién hablará hoy después del partido. (Télam)

Bianchi ultimó detalles con sus jugadores en Casa Amarilla.