La gobernabilidad. Los riesgos de querer "domesticar" al PJ

Portantiero: "Kirchner va a tener dificultades"

El sociólogo le restó chances a la posibilidad de que el partido acate un liderazgo unipersonal

Rodolfo Montes / La Capital

Juan Carlos Portantiero, uno de los intelectuales clave de la Argentina del último medio siglo, acaba de reeditar una investigación sociológica y política de 1971, "Estudios sobre los orígenes del peronismo". Se trata de un libro clásico, fuente ineludible para miles de estudiantes que la dictadura militar prohibió y que, sin embargo, siguió circulando en ediciones piratas.

Junto a Miguel Murmis (coautor), Portantiero aporta otra vez a un debate inconcluso, y hoy más vigente que nunca: ¿qué es el peronismo? Pensando en la actualidad y en el futuro cercano, el fundador del Club de Cultura Socialista avizora que si el presidente Néstor Kirchner "pretende domesticar al peronismo bajo su liderazgo personal, va a tener dificultades".

Es que, según el diagnóstico que Portantiero trazó ante La Capital, "es muy difícil que el peronismo hoy acate un liderazgo unipersonal", ya que "eso solamente lo logró Juan Domingo Perón y, de algún modo, Carlos Menem en los 90".

-¿Qué lugar ocuparán los partidos políticos, en especial el PJ, tal cual los conocemos, en la etapa de reconstrucción institucional que vive la Argentina?

-El sistema de partidos está en una crisis muy grande. Lo más probable es que, en un futuro cercano, se reconstruya de algún modo. Hoy vemos la desaparición casi total del radicalismo, por un lado, y el justicialismo conmocionado, por el otro. Que se mantiene precariamente, pagando costos muy altos. No nos olvidemos que en el 2003, de manera inédita, el peronismo se presentó a las elecciones presidenciales con tres candidatos.

-Podría replicarse que muchas veces se predijo la desaparición del movimiento justicialista, pero éste se las arregla, configura una nueva versión y sigue ocupando el Estado.

-Todo dependerá del camino que termine eligiendo Kirchner. Si el presidente continúa con la vocación de domesticar al peronismo sobre la base de su liderazgo personal, eliminado o subordinando otros liderazgos, especialmente el de Eduardo Duhalde, va a tener problemas. Es muy difícil que hoy acate un liderazgo unipersonal. Eso sólo lo logró Perón y, de algún modo, Menem en los 90.

-Suele afirmarse que "la gobernabilidad del país está vinculada al peronismo en el poder". ¿Coincide con esta apreciación?

-Si bien entiendo que no es cierta la afirmación "sólo se puede gobernar con el peronismo", lo que sí parece verdad es que no se puede gobernar contra el peronismo, porque en la oposición ha provocado un nivel de desestabilización tal que, de un modo u otro, termina arrasando con el sistema republicano.

-¿Qué le provoca ver que una investigación suya sobre los orígenes del peronismo, de hace 33 años, se reedite hoy y tenga vigencia?

-Siento orgullo, porque hubo toda una época en la que se aseguraba que, para entender al peronismo, había que ser peronista. Un absurdo, una tautología. El fenómeno del peronismo es escurridizo, pero se puede explicar. Aunque sí es cierto que le caben miradas distintas, según quién las haga. A las personas mayores como yo, el fenómeno nos viene persiguiendo a lo largo de toda una vida.

-A la luz de 60 años de historia, ¿qué síntesis haría hoy para explicar el fenómeno?

-El significado del peronismo es muy difícil de descifrar. Tuvo y mantiene muchos rostros a través de la historia: el primer peronismo, la resistencia, Héctor Cámpora y los Montoneros, José López Rega y el fascismo, el cafierismo socialdemócrata, el menemismo liberal de derecha y la versión actual, una especie de progresismo centroizquierdista. Capturar las esencias del peronismo es un trabajo imposible. Por eso nuestra investigación pretendió analizar el momento histórico en que surge el fenómeno, el de su génesis.