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Copa Davis: La cuenta pendiente del tenis argentino

Las internas prevalecieron sobre el interés común

La gran cuenta pendiente del tenis argentino sigue siendo la Copa Davis. Las luchas internas siguen prevaleciendo por sobre el interés común. Más allá de que una carta haya mostrado cierta cohesión entre los argentinos cuando pidieron la remoción de Gustavo Luza, la final de Roland Garros, por ejemplo, con declaraciones cruzadas y chicanas de todo tipo, mostraron que Luli Mancini deberá trabajar mucho y bien para salvar las diferencias.

Es muy común que este tipo de situaciones se produzcan en deportes individuales que por algún motivo o competencia se transforman en juego de equipo. Se arrastran disputas antiguas, diferencias actuales e historias disímiles. Ahí está uno de los puntos más conflictivos. No todos gozaron, muy pocos en realidad, del apoyo de la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Varios, entonces, tienen el deseo de tomar la sartén por el mango cuando llegan las convocatorias.

La famosa carta parece dirigida a Luza, pero en realidad el objetivo es la AAT. Las consideraciones públicas maquillan las diferencias, pero el mal está enquistado y no es un tema nuevo para el tenis argentino. La mayoría antepone sus intereses y sus resentimientos a la Copa Davis. Así es muy difícil alcanzar el objetivo que por jerarquías individuales está al alcance de un par de resultados.

Convocatorias polémicas, declaraciones muy poco apropiadas para la ocasión, lesiones que se reciclan y peleas individuales conforman un cóctel que atenta contra las chances de pelear por la Ensaladera de Plata con las mejores armas. Es historia antigua. Desde los tiempos en que Vilas y Clerc jugaban el dobles sin dirigirse la palabra, ni cruzar una sola mirada.

Antes de la edición 2005 de la Davis se disputarán los Juegos Olímpicos, una buena prueba para tratar de saber concretamente cuál es, verdaderamente, el interés de los tenistas de representar al país.

También sucede con la Copa Federación. Cada convocatoria a Paola Suárez es más compleja que una reunión en Diputados o Senadores. Sabatini la jugó muy pocas veces... Y siguen las firmas.

Es que a la hora de obtener el reconocimiento de la asociación que los nuclea, los deportistas pasan la factura inmediatamente. El apoyo que recibieron de la AAT Coria, Nalbandian o Salerni, por citar los ejemplos más concretos, está a años luz de cómo se portó la entidad con Suárez, Chela, Calleri o Gaudio.

Algunos, como Agustín, le ponen el pecho a las balas y están para lo que guste mandar. Otros, no olvidan, ni perdonan. Y el tenis argentino sigue con una cuenta pendiente.

Nalbandian, el ex capitán Gustavo Luza y Coria, en la previa ante Marruecos.