El presunto cabecilla era "monitoreado" por la policía

Los investigadores precisaron que Leandro Santos, sindicado como jefe de la banda de secuestradores que tuvo cautivo a Cristian, venía siendo "monitoreado", fue arrestado después de secuestrar a última hora de anteanoche a un empresario y un amigo, en cuyo vehículo habría ido a cobrar el segundo rescate pagado por los Ramaro. Los datos del detenido se mantuvieron en reserva porque los investigadores determinaron la supuesta vinculación del sujeto con el caso Ramaro.

Así, dijeron las fuentes, fueron acercándose hasta los delincuentes que, finalmente, decidieron dejar libre al muchacho.

Los voceros explicaron que "continúan los allanamientos" en procura de dar con el resto de los maleantes, pero admitieron que "deben haberse dispersado y huido a otras provincias", aunque confiaron en su pronta detención.

También indicaron que fueron secuestrados varios teléfonos celulares y armas, como dos pistolas 9 milímetros, una calibre 45 y una pistola ametralladora Ingram 9 milímetros. Además, en el secuestro del empresario se utilizó un subfusil tipo M16 (norteamericano) o AK47 (ruso) calibre 223, usado en armas de asalto de la Otán y de gran poder destructivo, lo cual muestra el acceso de la banda a un sofisticado arsenal.

"Estoy muy bien, quiero agradecer a toda la gente que rezó por mí... estoy bien, me trataron bien", dijo emocionado Cristian al salir a la puerta de su casa tras reencontrarse con sus padres Víctor e Hilda, su abuela y otros allegados, después de su liberación por parte de los delincuentes que lo habían secuestrado la semana pasada, a pocos metros de su vivienda.

Consultado sobre detalles del desenlace, sólo atinó a contestar "me liberaron en el campo, por ahí", y después se excusó diciendo "no puedo hablar más nada".

Fuentes de la Casa Rosada dijeron que Kirchner dialogó telefónicamente con los padres de Cristian para expresarles su "alegría y la satisfacción" del gobierno por la aparición con vida del joven.