Liberaron a Cristian Ramaro

El estudiante de 23 años dijo que los malhechores lo trataron "bien". Agradeció a la gente que rezó por él

Cristian Ramaro, el joven que permaneció secuestrado durante una semana, fue liberado anoche en el partido de Pilar, luego de que su familia pagó durante la madrugada un segundo rescate de 50 mil dólares, mientras que el presunto jefe de la banda delictiva fue detenido, según fuentes policiales.

"Me trataron bien, gracias a Dios. Estoy muy bien. Quiero agradecerle a toda la gente, a todos los que rezaron por mí", dijo brevemente el muchacho, de 23 años, luego de reencontrarse con sus padres y decenas de familiares y amigos que lo recibieron en su casa de Tigre.

Fuentes de la investigación aseguraron que los captores llegaron a la localidad bonaerense de Open Door, en Luján, para cobrar el segundo rescate a bordo de un automóvil Mercedes Benz, en cuyo baúl llevaban secuestrados a dos comerciantes del rubro textil.

El ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, dijo anoche que la banda involucrada en el hecho "participó de otros casos extorsivos" y destacó que la liberación de dos comerciantes que eran víctimas de un secuestro durante la madrugada de ayer en la villa Cri Cri, de Garín, precipitaron la liberación de Cristian.

Además, señaló que el resto de la organización delictiva "ya está identificada y serían unas seis personas que tienen pedidos de capturas por otros secuestros extorsivos".

El hecho había provocado una recaída muy grave en el padre del secuestrado, Víctor Ramaro, dueño de la empresa fluvial La Interisleña y accionista de Cacciola, quien padece hipertensión.

Ramaro fue abandonado sano y salvo en un descampado de la localidad de Del Viso, al norte del conurbano, desde donde caminó hasta una casa y pidió ayuda.

Policías de la brigada antisecuestro de la Bonaerense se dirigieron al lugar y lo hallaron en la ruta 8.

Fuentes de la investigación indicaron que el muchacho fue liberado varias horas después de que la familia concretó un nuevo pago como rescate, el cual se efectivizó en la zona de la localidad bonaerense de Open Door, en Luján.

Hacia allí fue guiado un familiar de Cristian y obligado a dejar en una esquina y dentro de una bolsa plástica 50 mil dólares. El viernes de la semana pasada, ya se había concretado un pago de 250 mil pesos en el barrio porteño de Villa Lugano.

Fuentes de la investigación dijeron que los secuestradores cobraron el rescate mientras se movilizaban en un Mercedes Benz negro, dentro del cual llevaban secuestrados a dos comerciantes llamados Edgardo Stambolian y Fernando Trotta, quienes habían sido capturados anteanoche a la salida de un restaurante en San Fernando.

Tras el pago, la policía inició un impresionante procedimiento que finalizó en la villa de emergencias Cri Cri, durante el cual se logró la liberación de los dos comerciantes secuestrados y la detención de un delincuente. Ese hombre fue identificado por los investigadores como Leandro Darío Santos, de 29 años, quien aparentemente sería el líder de la banda que mantuvo en cautiverio a Cristian y a quien se le secuestraron armas de guerra, gran cantidad de municiones y teléfonos celulares.

La liberación de Cristian se demoró hasta pasadas las 20.30, cuando llamó a sus padres desde un teléfono prestado por un vecino de Del Viso.

Casi al mismo instante en que fue liberado el joven, la policía inició una serie de allanamientos en distintas villas de emergencias de la zona norte del conurbano bonaerense para intentar detener a otros integrantes de la organización delictiva.

Cristian, de 23 años y estudiante de abogacía, fue secuestrado el martes de la semana pasada cuando salía de su casa de Lavalle al 800, de Tigre.

Desde que se inició el caso los secuestradores se contactaron en varias oportunidades con la familia, para exigirle 400 mil dólares de rescate, parte del cual (unos 250 mil pesos) fue pagado la madrugada del viernes último.

Las llamadas fueron a teléfonos celulares de familiares y amigos de Cristian, e incluso algunas versiones mencionaron comunicacIones al teléfono de Juan Carlos Blumberg, en las que dieron varias pruebas de vida.

Los investigadores sospecharon entonces que una "fractura" entre los integrantes de la banda fue la razón por la cual el secuestro de Cristian se extendió tanto, ya que se cree que algunos miembros se quedaron con el rescate pagado por la familia y el resto pretendió su parte. (Télam y DyN)

Cristian rodeado por familiares y amigos en la puerta de la casa de sus padres.