| miércoles, 16 de junio de 2004 | El artista regresa con los clásicos de su carrera para una gira por la Argentina Daniel Viglietti: "Toco con todo el cuerpo, y por eso no hice discursos disfrazados de canción" El popular cantautor uruguayo ofrecerá una función en Rosario donde habrá creaciones nuevas El cantautor uruguayo Daniel Viglietti regresará a los escenarios rosarinos para ofrecer un recital el próximo viernes 2 de julio en la Centro Cultural Manuel de Lavardén, Sarmiento y Mendoza. El artista, que desembarcará en la ciudad después de brindar una serie de recitales en Buenos Aires, abordará un repertorio que incluirá temas que fueron hitos de su carrera y novedades que anticiparán la presentación que tiene previsto dar en Montevideo para registrar un disco en vivo.
Viglietti, que también se destacó como escritor y periodista, aseguró que las presentaciones que brindará en la Argentina siguen la línea que caracterizó su carrera artística y que como una batalla contra "esa censura que no es sistemática ni oficial sino estructural, porque depende de una mentalidad que va circulando a través de los medios y que es como un secuestro cultural".
"Hay una cantidad de cultura que es secuestrada y puesta en un desván y simplemente no se aprieta la tecla de esa cultura, de esa canción", condenó el creador de clásicos de canción popular rioplatense como "Gurisito", "Canción para mi América" y "Milonga de andar lejos".
-¿Cómo se preparó para su regreso a la Argentina?
-Volver a la Argentina es retomar una comarca natural, esa especie de extensión geográfica-cultural-histórica en la que voy haciendo ese trabajo de albañil, trabajando la mezcla en un tejido en zig-zag que reúne épocas, estilos y poéticas diferentes para hacer una especie de paseo, una exposición de sentimientos, de historias.
-¿Cómo explica su relevante posición en la canción social hispanoamericana?
-Quizá porque mis canciones no tienen un encierro geográfico sino que procuran abarcar eso que me gusta llamar la patria grande. Las canciones desbordan las fronteras políticas y geográficas porque hay todo un mestizaje musical dentro del que también es importante la presencia del portavoz de esos mensajes.
-¿Qué contradicción descubre entre esas obras sin pasaporte y la cultura de la globalización empujada por los más poderosos países de la tierra?
-Muchísimas ya que si bien una canción, es obvio, no cambia absolutamente nada de la realidad, puede conseguir sensibilizar un poquito a una parte del oyente y esa emoción es un sentimiento que la globalización con su mundo de figuritas recortadas, de explotación, de egoísmo, de competencia feroz, de guerra, de horror, está matando sistemáticamente.
-¿Cuál es el método de trabajo que aplica a la lírica de sus canciones?
-Yo trabajo con notas en que aludo a personajes que están fuera de circulación por culpa de esa censura estructural por la que los estudiantes en los libros de historia no encuentran los nombres del Che Guevara, de Santucho, de Lamarca, y apenas algunos nombres de revolucionarios que han sido sacados de su contexto y manipulados por la historia conservadora. Son notas de aclaración y, de alguna manera, un recital mío puede ser un pequeño cursillo de algunas páginas de historia.
-¿Alguna vez le preocupó que se lo encasille sólo por el tono político de su obra?
-Cuando a uno lo catalogan como un cantor de ceño fruncido que nunca está de acuerdo con nada lo están discriminando. Soy una persona clasificable como de izquierda con la generalización que ello implica, pero yo toco la guitarra con todo mi cuerpo y por eso nunca hice discursos disfrazados de canción y también abordé temas de amor, de cuna, paisajistas.
-Después de 40 años de actividad, ¿cómo vive el salir a ofrecer recitales?
-Me gusta el contacto con la gente y no es una carga sino una comunicación que me retransmite energía y que necesito. Por eso estoy planeando que mi próximo disco, que grabaré en el transcurso de este año en Montevideo, sea en vivo donde la canción tiene otra textura, otra densidad. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El cantautor dice que hay mucha cultura que está en desván. | | |