| sábado, 29 de mayo de 2004 | Comisarios con orden de captura recomendada La Justicia federal ordenó ayer la captura de cinco comisarios, un principal y un suboficial retirados de la Policía Federal, sospechados de haber participado de la Masacre de Fátima, donde treinta personas secuestradas por la dictadura fueron asesinadas y su cuerpos dinamitados en las cercanías de Pilar.
La medida fue adoptada por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, en el marco de la causa que instruye para esclarecer los crímenes ocurridos en el marco del Primer Cuerpo de Ejército entre 1976 y 1983.
Se trata de los comisarios retirados de la Federal Carlos Gallone, Juan Carlos Lapuyole, Carlos Marcote, Jorge Mario Veira y Miguel Angel Timarchi, junto al principal Carlos de la Llave y el suboficial Luis Alberto Martínez, explicaron los voceros.
Todos ellos están sospechados de privación ilegal de la libertad y homicidio calificado porque habrían cumplido funciones en el área de Coordinación Federal, una unidad dependiente del Departamento Central.
Gallone -alias Carlitos, el duque-, fue jefe de Brigada de la Superintendencia de Seguridad Federal e Interior y se lo señaló como supuesto conductor de un grupo de tareas en la represión. Su imagen trascendió públicamente en 1982, cuando se abrazó a una Madre de Plaza de Mayo antes del retorno de la democracia.
Y su nombre volvió a aparecer recientemente en los medios. Fue cuando se hicieron públicas las conversaciones que habrían tenido el ex jefe de la Duia (Unidad Antiterrorista de la Federal) Jorge Palacios con uno de los detenidos por el secuestro de Axel Blumberg, Jorge Sagorsky.
Tras la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, Canicoba Corral (por orden de la Cámara Federal) reabrió la suspendida investigación sobre lo ocurrido en el Primer Cuerpo del Ejército y, por esa causa, ya hay unos 30 detenidos, entre ellos militares y policías.
Fue en el marco de esa causa donde finalmente se ventilaron los hechos conocidos como la Masacre de Fátima, ocurrido el 20 de agosto de 1976, cuando 30 personas que estaban alojadas clandestinamente en la Superintendencia de Seguridad Federal fueron trasladadas, presuntamente drogadas, en camiones hasta un paraje ubicado sobre la ruta 8, a la altura de kilómetro 62, en la localidad de Fátima, partido de Pilar.
Se cree que allí fueron asesinados (atados, con los ojos vendados y con un balazo en el cráneo efectuado a menos de un metro de distancia) y luego sus cuerpos fueron apilados para colocarles una bomba que los hizo explotar y los diseminó a más de 30 metros a la redonda. enviar nota por e-mail | | |