| miércoles, 26 de mayo de 2004 | Mirás volvió a convocar a la reconciliación Eugenia Langone / La Capital Una convocatoria a la unidad fue el mensaje central que el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Monseñor Eduardo Mirás, hizo ayer durante el tedéum, en el marco de los actos del 194º aniversario de la Revolución de Mayo. "A lo largo de dos siglos de vida, consolidar la libertad y el respeto por los derechos de cada ciudadano le costó mucho dolor al país, casi siempre dividido en grupos irreconciliables", señaló el también arzobispo de Rosario durante la homilía realizada en la iglesia catedral. Y aunque una vez más el prelado se refirió "a la reconciliación" y al "perdón", aclaró: "La reconciliación requiere verdad y justicia. Y no se puede considerar el perdón como un manto que tape el pasado".
Ante el intendente Miguel Lifschitz, las autoridades municipales y representantes de las fuerzas de seguridad de la ciudad, Mirás no sólo habló de un país "nunca unido en el intento de concertar una clara planificación para el futuro", sino que también se refirió al "persistente feudalismo en algunas regiones, la hegemonía de clanes poderosos y el afecto por la dependencia a conductas y costumbres de otros países que nos impiden concretar en plenitud los ideales de la verdadera independencia".
Tras el tradicional chocolate servido en el Palacio Municipal, los funcionarios y representantes de la fuerzas de seguridad de la ciudad se trasladaron a la plaza 25 de Mayo, donde se depositaron las ofrendas florales.
Pero esta vez el tedéum en la catedral comenzó un poco antes de lo previsto porque la intensa lluvia ahuyentó a los invitados de la plaza. Y fue allí que el arzobispo de Rosario retomó algunas ideas del último documento de la CEA, dado a conocer diez días atrás, donde los prelados también convocaron a la ciudadanía a "hacer posible la reconciliación en la sociedad, herida por la división y el desencuentro".
Estas críticas a la política de derechos humanos que lleva adelante el gobierno nacional ya había provocado la respuesta del presidente Néstor Kirchner, quien días atrás dijo que "a veces es necesario seguir mirando al pasado porque en la Argentina, en nombre de la reconciliación, se ha perdonado cualquier cosa".
Tras la polémica entre los prelados y el mismo presidente, ayer Mirás insistió una vez más en que "hace falta la unidad del pueblo, porque hace dos siglos que está dividido en dos bandos, nunca unidos en un proyecto común".
Sin embargo, el arzobispo señaló también que "reconciliación requiere verdad y justicia, porque no se puede considerar el perdón como un manto que tape el pasado. El perdón es asumir el arrepentimiento de aquel que esté realmente arrepentido".
Aunque aseguró que "el país se está poniendo en marcha", el presidente de la CEA señaló que "la pobreza sigue existiendo. Aparentemente hay más puestos de trabajo que antes, pero esta continúa siendo una deuda pendiente".
Mirás no quiso analizar este primer año de gestión del presidente Kirchner, aunque insistió en que "la gran meta del país debe ser crear empleo, porque el 50 por ciento de la población todavía es pobre. Hay que darle a la gente un medio digno para sobrevivir y que no necesite de la limosna pública". enviar nota por e-mail | | |